Niñas Tenerife
La autoridad judicial y los técnicos del buque Ángeles Alvariño llegan a la conclusión de que es "imposible" continuar con el rastreo y suspenden la búsqueda
La autoridad judicial que investiga el caso de las niñas presuntamente asesinadas por su padre en Tenerife ha autorizado este miércoles el cese de las operaciones de rastreo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño en busca de los cuerpos del presunto asesino Tomás Gimeno y su hija Anna, al llegar a la conclusión, tanto la instructora como el responsable de operaciones de la embarcación, de que es "imposible" continuar con el rastreo ante lo escarpado del terreno submarino. Las cámaras de Antena 3 Noticias han captado el momento en el que el buque abandonaba el puerto
La magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer numero 2 de Santa Cruz de Tenerife, órgano competente para la investigación del caso, ha tomado hoy esta decisión, tras haber recibido un informe del responsable de operaciones del barco que califica de "completamente inabordable" la exploración en la zona en donde hipotéticamente podrían localizarse nuevos resultados.
"Dadas las corriente del fondo marino, no se puede asegurar que un cuerpo lastrado con un cinturón de buceo no se desplazara y llegara a otro lugar no determinado y fuera de la capacidad de búsqueda del Ángeles Alvariño", se argumenta en el informe judicial del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), en el que se aclara que "el terreno submarino donde podrían esperarse resultados es técnicamente inaccesible".
Se teme que el cuerpo del presunto asesino haya rodado hacia una zona "fuera de la capacidad de búsqueda" de los científicos.
Los biberones de oxígeno, la última pista
La semana pasada, el buque oceanográfico encontró la que hasta el momento ha sido la última pista del caso: dos pequeñas botellas de oxígeno, conocidas en el argot submarinista como 'biberones'. Desde entonces la investigación apenas había avanzado.
"El punto donde Tomás Gimeno paró de nuevo los motores del barco se convierte en el punto más probable donde hubiera podido arrojarse al mar. A partir de esas coordenadas se diseña una nueva área de búsqueda, centrándola sobre ese mismo punto. Se establece un área de búsqueda de 500 metros en torno a él. Y se delimita la línea de deriva estableciendo una calle de 500 metros de anchura, 250 a cada lado de la misma, sobre la que buscar", reza el informe.
El informe del TSJC