España despoblada
Cuando Elena –maestra de profesión- llegó por primera vez a este colegio de Cascón de la Nava había tres aulas en funcionamiento y más de 30 niños escolarizados. 17 años después el panorama es muy diferente: Ariel, Lina y Soundous son los únicos alumnos que quedan en esta centro educativo.
Desde el año pasado, en Castilla y León, sólo son necesarios tres alumnos para mantener abierto un colegio en el medio rural, eso sí, bajo ciertas condiciones. Entre ellas, que se prevea la incorporación de más estudiantes. Gracias a esta medida, la localidad palentina ha podido mantener abierto el suyo este curso. Estuvo a punto de ser cerrado, pero la matriculación de Soundous –la última incorporación- ha permitido que se salve.
"La vida en un pueblo es la escuela, en cuanto se cierra parece que el pueblo tiene menos vida", espetó Elena, la profesora más longeva de este centro. El descenso de alumnos en los últimos años no ha menguado la motivación del profesorado. Han sabido adaptarse a los cambios y al devenir. Por ejemplo, una de las antiguas aulas que estaba en desuso se ha transformado en un gimnasio para sus pequeños –tanto en número como edad- de alumnos.
Para otra de las maestras estudiar en un pueblo "es mejor que estudiar una ciudad" porque "tienes clases particulares". El año que viene Soundous no será la benjamina del grupo. Se espera que otra niña se matricule para el curso 2020/2021.