Majadahonda
El dispositivo policial se saldó este domingo con al menos cinco detenidos y se logró recuperar el edificio de 11 plantas.
Un dispositivo de 150 guardias civiles y policías desalojaron este domingo a los okupas del edificio de viviendas de Majadahonda, en Madrid, tras el intento fallido de la pasada semana. Durante el desalojo, cinco personas han sido detenidas, sin oponer resistencia.
Varios okupas han intentado acceder de nuevo al edificio intentándose colar por la parte de atrás del edificio. El propietario del edificio contrató a la empresa Desokupa para ayudar a recuperar el inmueble, en el que residían de forma ilegal al menos una veintena de personas. Esta empresa se encuentra en el edificio y ha paralizado la entrada de nuevo de los okupas.
El dispositivo se organizó después de que a finales de esta semana el Juzgado de Instrucción número 3 de Majadahonda acordase como medida cautelar el desalojo y lanzamiento del edificio a petición de la empresa Desokupa, que se vio implicada en violentos altercados en su intento de recuperar el inmueble.
Sus integrantes, unos 15 en total, acudieron al lugar el pasado miércoles, pero algunos de los okupas reaccionaron de forma violenta, llegando a amenazarles con varias armas blancas y apuñalar con una de ellas en una mano a un miembro de Desokupa, además de lanzar numerosas piedras y objetos contundentes.
Agresión a periodistas
También fueron agredidos varios compañeros de Espejo Público que se encontraban trabajando en la zona. Nuestra compañera Vanesa Pámpano se desplazó junto a un cámara del equipo para cubrir el suceso cuando se vieron envueltos en una escena violenta, en la que los okupas les lanzaron diferentes objetos.
En una vivienda vivía una familia con hijos, quedando los menores a cargo de servicios sociales del Ayuntamiento de Madrid, según informa el diario 'El Mundo'.
Los vecinos aseguraban que estaban atemorizados
Los vecinos aseguraban que estaban atemorizados y se quejaban de robos y el "acoso a personas mayores, a críos, a todo el mundo".
"Estamos todos como muy tensos, la calle está muy desierta, da miedo estar por aquí", aseguraba una vecina de la zona. "Hay que dar algunas soluciones que sean más rápidas que eviten estos problemas", insistía otro vecino. Además, explicaban que la Policía ya ha ido varias veces a la zona por esos motivos, "pero no consiguen echarlos", decía una señora.