UNA CORRIDA QUE NO PASARÁ A LA HISTORIA
La corrida, celebrada el pasado domingo en Inca, Mallorca, no pasará a la historia tanto por los rejoneadores que intervinieron como por la manera en que tuvo que concluir la lidia de el quinto de la tarde.
El toro se rompió el cuerno derecho al golpear contra la barrera. Hubo que devolverlo a los corrales, pero el animal no quiso abandonar el ruedo de ninguna manera.
Numerosos intentos de descabello desde la barrera, también fallidos. Hasta que el empresario de la plaza, Manuel Martín, antiguo matador de toros, bajó a la arena con muleta y espada y, tras dos intentos, logró acabar con la vida del astado. Los grupos antitaurinos han mostrado su enérgica protesta por este hecho.