Todo lo que esconde el mar y protege la Guardia Civil

Acompañamos al equipo del servicio marítimo de A Coruña en el Río Xallas, una de las patrulleras con las que la Guardia Civil vigila las costas. Esa es una de sus principales funciones, pero esta unidad de la benemérita desarrolla muchas más labores diferentes: lucha contra el narcotráfico; busca, localiza y recupera personas y objetos; garantiza la seguridad de las embarcaciones o hace cumplir la normativa de tráfico y pesca. Pero destaca, además, una tarea quizás más desconocida: la vigilancia y protección de nuestro patrimonio natural e histórico sumergido.

"Hay mucho patrimonio de tiempos inmemorables sumergido en la Costa da Morte y en las inmediaciones de los puertos de toda la comunidad autónoma. Aquí se hundieron muchos barcos de la Armada Invencible, por ejemplo. Por eso tenemos en el fondo del mar muchos pecios y artilugios de gran valor histórico por los que hay que velar, porque son de todos", explica Héctor de la Roz, Capitán Jefe del Servicio Marítimo de A Coruña.

Para eso, el Servicio Marítimo coordina todas las actuaciones que se organizan en el mar, pero también impulsan "la investigación y la vigilancia de los lugares donde se encuentra todo ese patrimonio". Una vigilancia que se realiza desde la superficie de la embarcación que ocupamos, pero también bajo el agua.

En este caso son los GEAS, el Grupo Especializado en Actividades Subacuáticas, los que proceden a la inmersión. Desde una embarcación más pequeña se preparan. Son cuatro especialistas: dos buzos, un buzo auxiliar y el patrón. "Bajamos mínimo una vez a la semana para inspeccionar los pecios y comprobar que no han sido expoliados y que nada ha sido cambiado o movido", nos cuenta Tino Gago, Subteniente de los GEAS en Galicia.

Fruto de estos trabajos, "se detecta, en ocasiones, presencia de embarcaciones en lugares donde hay patrimonio", señala de la Roz.

Pero aquí no termina la labor de la Guardia Civil. Porque este tipo de operaciones implican, prácticamente, a todas las unidades del cuerpo, como el Seprona. "Nosotros, al igual que hace servicio marítimo con el patrimonio sumergido, desarrollamos las mismas labores de vigilancia y protección en los yacimientos en tierra. Además inspeccionamos los lugares y puntos de venta donde puedan ir a parar los objetos expoliados, como anticuarios, tiendas de segunda mano, mercadillos de antigüedades e incluso portales de internet", explica la Sargento 1º y jefa accidental de Seprona A Coruña, Elena Moya.

Como consecuencia de estas operaciones conjuntas, dice de la Roz, "hay actuaciones que se saldan a veces con la detención de las personas que sustraen parte del patrimonio".

La guardia civil lidera, desde hace 8 años, las operaciones de protección del patrimonio histórico a nivel internacional.