8 AÑOS DE SILENCIO
Casi ocho años después de la desaparición de Marta del Castillo, el cuerpo de la joven sevillana sigue sin encontrarse. Espejo Público ha tenido acceso en exclusiva a las imágenes de la reconstrucción de los hechos que tanto Miguel Carcaño, asesino confeso, como Javier García, alias 'el Cuco' realizaron ante el juez días después de su detención.
Acompañado por el juez, Carcaño es el primero en reconstruir lo ocurrido la noche del 24 de enero de 2009. Esta primera reconstrucción tiene lugar el 17 de febrero de ese mismo año en el número 78 de la calle León XIII.
Tres semanas antes, Miguel Carcaño estuvo en este mismo lugar con Marta del Castillo. Tres días después de su detención está cansado, pero no parece nervioso. Describe minuciosamente ante el juez la postura en la que quedó el cuerpo de la joven: "Con las piernas hacia un lado, pero así más o menos. Con la cabeza para el lado y así, tal cual". Señala en el cuarto el lugar exacto donde la policía científica encontró restos de ADN de Marta.
Durante este relato, a Carcaño parece que se le rompe la voz en una ocasión, cuando explica cómo tocó a Marta: "Le toqué la cabeza. Le toqué aquí y me manché las manos". Según Alfonso Egea, periodista de Espejo Público y el primero en conseguir y en ver estas imágenes cree que el quiebre en la voz del asesino confeso se debe a que "ahí creo que a Miguel se le está juntando todo y tiene que asumir que su ciudad le está llamando asesino a gritos y que ya su vida no va a ser igual nunca más".
Egea señala también que en esta reconstrucción "cuando los ves interactuar con la escena, entiendes que están contando algo que les ha pasado de verdad, que lo han visto, que lo han vivido".
Carcaño relata cómo cogió el cenicero y cómo golpeó con él a Marta: "No hice fuerza, nada más fue cogerlo y hacer así", y añade: "Le pegué por esta parte de la cabeza". Tras esta secuencia, Miguel Carcaño asegura al juez que vuelve al cuarto: "Miro si respira, si no respira... le puse la cabeza al pecho, no le escuchaba el corazón. Entonces me salí, me senté ahí y me puse a llorar. Volví le cogí la mano, le seguí hablando".
Una reacción ésta que Egea califica de "arrepentimiento espontáneo". Es entonces cuando Miguel sale de casa en busca de ayuda y llama a Samuel y a 'el Cuco'. Carcaño continúa con su versión de los hechos: "Entró Samuel. Llegó hasta aquí, me empezó a recriminar lo que había hecho, fuimos para el salón. Samuel del salón al cuarto y del cuarto al salón. Ya hubo un momento en que dijo el Sami: "coge las cosas y vete a por la moto"".
Según esta versión de Carcaño son Samuel y 'El cuco' los que cargan con el cuerpo de Marta del Castillo y lo sacan de la casa hasta un coche. El asesino confeso dice también: "Que yo viera no llevaba ni mantas, ni sábanas... iba con la ropa de ella. No tenía nada envuelto".
"Vista la primera reconstrucción de Miguel Carcaño, la del Cuco es una continuación perfecta de donde la deja Miguel", informa Egea. Apenas 24 horas después, es el turno para que 'el Cuco', el único implicado menor de edad, reconstruya su versión. Está tranquilo y seguro, aunque más tarde dirá que esta declaración la hizo bajo presión policial.
Curiosamente 'el Cuco' sitúa el cuerpo de Marta en el salón y no en la habitación como había dicho Carcaño. Es el primero que incrimina directamente al hermano de Miguel, Francisco Javier Delgado: "Me quedé así pillado. Me quedé mirando a ver lo que estaba haciendo Miguel y ya miré allí y estaba ... Francisco Javier: le miré a la cara y ya me dijo eso".
La reconstrucción de 'el Cuco' no aclara quién ha movido el cuerpo de Marta hasta el salón ni qué hace allí el hermano de Carcaño. 'El Cuco' acaba su relato explicando al juez cómo sacan el cuerpo de Marta y el papel activo de Miguel Carcaño en el traslado.
Hoy la casa del crimen está vacía. El banco decretó el embargo hace dos años por impago de la hipoteca cuando ya no valía nada. El barrio quedó marcado para siempre por el suceso del número 78.
La primera confesión fue entonces un alivio para los vecinos. Parecía cuestión de días que la policía encontrara en el río el cuerpo de la pobre chica asesinada por su vecino. Sin embargo, el 18 de marzo de 2009, Carcaño volvió a la escena del crimen para contar al juez una versión radicalmente distinta. Está menos nervioso, más seguro de sí mismo.
Dirige a los policías para recrear la escena que según él protagonizaron Marta y Javier García 'el Cuco' : "Estaban discutiendo. Javi se acercó a darle un beso, pero Marta le quitó la cara".
Miguel incrimina directamente a 'el Cuco'. Cuenta como su amigo amenaza con una navaja a Marta y la obliga a ir a la habitación: "Él estaba tumbado encima de ella. Sigue con la navaja en el cuello mientras le dice que abra las piernas y la viola". Señala directamente a 'el Cuco' como autor de una agresión sexual a Marta pero su relato comienza a hacer aguas.
El criminólogo Ricardo Magán explica que Miguel "sabía que un delito de violación no es juzgado por un tribunal ciudadano, si no por un tribunal profesional de jueces y eso le beneficiaba".
En esta nueva versión, Carcaño introduce la figura de un tensiómetro y es en este momento en el que su relato deja de ser convincente: "No le estoy mintiendo, sino que estoy nervioso" llega a decirle Miguel al juez.
Según explica Egea: "Parece una mentira obviamente, pero hay un problema. El tensiómetro está en la casa y tiene ADN de Marta. Días después encuentran en la alcantarilla a la salida del portal una navaja donde aseguraron haber tirado la navaja de 'el Cuco'. O sea, que la versión más increíble, la más irreal, la más alucinante, la que le sirvió para librarse de un jurado popular es una versión que tiene al menos dos pruebas físicas que la respaldan".
Grandes mentiras que esconden verdades, versiones inverosímiles que contienen pruebas irrefutables pero una sola realidad: Ninguno ha confesado dónde está marta. Sin cuerpo lo único que incrimina a Carcaño es su propia confesión. De hecho sólo Carcaño está en prisión.