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El toque de campana se realiza por tradición metiendo el campanero la cabeza dentro de la campana, una práctica que TikTok ha calificado de "actividad peligrosa".
Piti a sus 49 años es uno de los pocos campaneros que tiene en la actualidad la localidad sevillana de Utrera. Es tradición desde hace varios siglos que el campanero suba a la torre de la Iglesia que está a uno 50 metros de altura para hacer repicar las campanas de una forma al menos curiosa: el campanero tiene que meter su cuerpo dentro de la campana y balancearse como si de una polea se tratara.
Ser campanero está en desuso, cuenta Piti, que se despertaba para ir al colegio cuando era pequeño con el sonido de las campanas de la parroquia. Se quedó prendado con 7 años cuando lo invitaron a subir al campanario. Desde entonces subía a diario para aprender.
Fue así como se adentró en el volteo. A día de hoy, Utrera cuanta con unos diez campaneros, el más joven tiene 18 años, de ahí que para intentar que otros chavales como él se enamoren de esta tradición su mujer, también campanera, creó una cuenta llamada 'El Piti Campanero de Utrera '.
Cinco millones de visitas en TikTok
El primer vídeo que subió a la red obtuvo cinco millones de visitas de todo el mundo. Llegaban mensajes de Japón y hasta de México preguntando sobre qué es lo que hacían sobre las campanas. Pero en seguida TikTok canceló la cuenta. Entendía que lo que hacían a 50 metros de altura y sin arnés era una actividad de alto riesgo.
Hasta en cinco ocasiones les han censurado videos. Desde entonces siempre aclaran que se trata de una actividad ejercida sólo por profesionales.
Una tradición suspendida por TikTok pero apreciada por la Unesco. De hecho en unos días, el toque manual de campanas de España es una de las 56 candidaturas para convertirse en Patrimonio Cultural Inmaterial.