Tiburón
El joven trató de ahuyentar al animal con un remo tras ver cómo se acercaba en varias ocasiones a la embarcación.
Poco podía imaginar el piragüista protagonista de nuestra historia que esa mañana viviría uno de los momentos más angustiosos de su vida. Salió a navegar con su piragua por la costa de Tazacorte, al sur de la isla de La Palma cuando se topó con un inesperado visitante. Su pretensión era pescar y pasar un rato agradable en contacto directo con el mar y nunca mejor dicho porque por poco ese contacto es literal.
Llevaba un rato de navegación y aún cerca de la costa avistó la aleta de un tiburón que comenzó a dar vueltas alrededor de la piragua, como si de una película de terror se tratara. En un segundo intento de acercamiento del animal a la lancha, el piragüista, asustado, la emprendió a golpes con el tiburón, en vista de que el escualo volvía, volvió a golpearle con la intención de que se alejara y no regresara.
En el vídeo que se ha hecho viral en redes sociales se puede ver cómo el animal no trata de atacarle en ningún momento. Destaca la sangre fría con la que el protagonista de esta historia sigue grabando sin perder el pulso mientras que el animal vuelve una y otra vez. Solamente en una de las ocasiones en las que el tiburón martillo se acerca, el piragüista exclama "sale pa'llá" con notable nerviosismo aunque continúa navegando poco después.
Se trata de un tiburón martillo, conocido en Canarias como "cornudas" y cuya especie es Sphyrna lewini o Sphyrna zygaena, ya que se han identificado dos especies de tiburones martillo en aguas del archipiélago canario, de las nueve que hay registradas en todo el mundo. Se trata de animales en peligro crítico o vulnerables que viven en regiones semi oceánicas y costeras y que se encuentran con mucha facilidad en las plataformas insulares en aguas profundas. Es un animal que puede alcanzar los 5 metros de longitud de color gris oscuro con el dorso parduzco cuya cabeza tiene forma de martillo, de ahí su nombre.
La principal amenaza para su conservación es la captura ya que suelen ser capturados por el valor de sus aletas en algunos mercados. El 4 % de las aletas de tiburón se comercializan en china.
Este tiburón se alimenta de pequeños tiburones y rayas aunque también come peces, camarones o cangrejos. Normalmente estos escualos no se acercan a embarcaciones ni a zonas frecuentadas por personas, por lo que los ataques a humanos son muy inusuales y se considera que sean peligrosos para las personas.
No es la primera vez que los bañistas avistan algún ejemplar de tiburón martillo en la costa. De hecho el pasado mes de agosto uno de ellos fue localizado en la zona del muelle de Santa Catalina en Las Palmas de Gran Canaria. Los expertos aseguran que su presencia es una señal de que las aguas son de muy buena calidad.
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