Atropello Murcia
El coche que "iba como loco" arrojó a todos los clientes de la terraza de un restaurante y se ha cobrado la vida de dos personas. "No pude hacer nada por salvarle, ha sido horrible", explica una testigo que trató de reanimar a uno de los hombres.
"No llevamos sentados ni 10 minutos y, de repente, viene un coche y pasa por la terraza arrojando a toda la gente que había en el camino", así cuenta a Antena 3 Noticias una las mujeres que ha vivido en primera persona el trágico suceso que ocurría a primera hora de la tarde de este viernes en la pedanía de Roldán, en Torre Pacheco. Dos personas han muerto, entre ellas el conductor del vehículo, y otras dos han resultado heridas. "Ha sido como una película", asegura la testigo.
Una afirmación de la que no cabe duda que el resto de comensales que disfrutaban de una comida en el 'Honey's Bar' respaldarían. Los apenas segundos que duró el recorrido del responsable de los hechos se ha cobrado la vida de un hombre holandés, según indica la mujer a cámara, que estaba sentado en la terraza con su mujer a la hora fatal: las 14:30.
"Intenté salvarle la vida"
"Murió en el acto, intenté hacer el masaje cardiovascular pero no hubo manera", explica afectada la testigo. Todo ocurrió muy rápido. Tanto que hubo un momento en el que solo podían escucharse y verse dos cosas: los gritos y las caras incrédulas de los clientes del restaurante.
"Ha sido horrible, de verdad. Todo el mundo estaba gritando, se levantaban corriendo", aún sin poder creérselo, la mujer intenta hacer entender que, parecía ser un día más, se ha convertido en una verdadera pesadilla. En cuanto los afectados fueron capaces de asimilarlo, "nos levantamos y fuimos a ayudar".
Sin tiempo para reaccionar
El conductor quedó inconsciente tendido en el suelo. Murió minutos después pese a los esfuerzos de los equipos de emergencia, tres ambulancias, que se desplazaron hasta la zona del accidente. El impacto del coche contra un muro cercano fue el final del recorrido del hombre que ya venía herido mientras conducía. Los sanitarios pudieron comprobar que tenía heridas de arma blanca y esto podría haberle hecho perder el control del coche, aunque aún se están barajando las hipótesis.
Sea como fuere, "el coche ha venido como un loco". No dio tiempo a reaccionar. Todo ha quedado destrozado: sillas, mesas...Y, ese momento que parece casi de película, deja a un pueblo de luto y el miedo en el cuerpo de los dueños, clientes y vecinos del restaurante.