Okupación y drogas
Los okupas ilegales y las sustancias estupefacientes generan inseguridad y malestar entre los vecinos de un barrio de Valencia.
Los residentes de la calle Yecla, una zona tranquila de Valencia, han tenido que lidiar con la presencia constante de okupas ilegales que han generado una serie de problemas muy preocupantes para la comunidad local. Algunos vecinos aseguran que la zona se ha convertido en una constante fuente de disturbios, consumen drogas a plena luz del día y alteran la paz de la calle con gritos y comportamientos inapropiados.
Según los informes obtenidos, los okupas ilegales han tomado posesión de un local comercial situado en el bajo de un piso que forma parte de un conjunto de propiedades pertenecientes a un fondo buitre, y lo han convertido, tal y como sospechan los vecinos, en un narcopiso. Lo que ha complicado aún más la situación y la acción legal para su posible desalojo.
A pesar de los reiterados llamados de auxilio de los vecinos a las autoridades policiales y las comunicaciones presentadas al Ayuntamiento de Valencia, la problemática persiste en la calle Yecla. Las personas que viven en ese lugar tienen que lidiar cada día con okupas en plena calle drogándose y generando una situación de inseguridad. Incluso han detallado que los okupas han llegado al extremo de realizar sus necesidades fisiológicas en la vía pública. "Cuando no defecan directamente en la acera, lo hacen en cubos de basura que dejan fuera del local ocupado", denuncian los vecinos muy preocupados.
Durante los meses de verano, los okupas ilegales han sacado colchones y tendederos a la calle, algo que ha provocado un ambiente poco estético y potencialmente peligroso para las personas que viven en esa zona. "En invierno, optan por usar velas, lo cual plantea un riesgo significativo de incendio, considerando la presencia de material inflamable como colchones y muebles abandonados en la calle", advierten los vecinos.
La ocupación ilegal en cuestión involucra a dos mujeres y sus respectivas parejas, y la desesperación de los residentes ha llevado a documentar comportamientos inapropiados, como la consumición de drogas en plena vía pública, sin consideración por los transeúntes.
Los vecinos han tenido numerosos enfrentamientos con los ocupantes ilegales, que a menudo protagonizan peleas entre ellos y, según informes, portan armas. Los vecinos relatan algunas experiencia que han vivido estos últimos meses: "Recientemente, mientras paseaba con mi bebé de tres meses, les pedí cortésmente que apartaran sus pertenencias para poder pasar, y su respuesta fue confrontativa."
La situación en la calle Yecla se ha vuelto insostenible para sus residentes, quienes hacen un llamado urgente a las autoridades competentes en busca de una pronta solución que les permita recuperar la tranquilidad y preservar la seguridad y limpieza de su entorno. La presencia de jeringuillas esparcidas por el suelo y el deterioro constante de la calidad de vida en la zona son motivo de grave preocupación para todos los afectados.