Sucesos
Un hombre se ha llevado varias cornadas de un toro cuando intentaba socorrer a otra persona.
Terrible suceso el que se ha vivido durante un encierro de Lodosa, en Navarra, y que casi acaba en tragedia. Un hombre se ha tropezado y ha sido alcanzado por los toros. Uno de ellos le ha embestido, propinándole varias cornadas y provocándole una herida de hasta 20 centímetros en el muslo. La Policía Foral le hizo un torniquete que acabaría siendo vital.
Embestido por un toro
La víctima de cornada es Miguel Ventosa 'Venturita', director de lidia, saltó para socorrer a una persona que, precisamente, había sido alcanzada por un toro. Sin embargo, no se dio cuenta de que otro toro permanecía a sus espaldas, y le acabó dando varias cornadas ante el pánico de los que estaban presentes.
Después de la cogida, el hombre se encontraba tendido en el suelo con necesidad de asistencia urgente. Fue entonces cuando los agentes recibieron la orden de facilitar la llegada de las unidades médicas a la zona, donde había más heridos que estaban siendo atendidos.
Mientras se proporcionaba la pertinente cobertura a la ambulancia, movilizando a las personas para que se apartasen del camino, los policías escucharon gritos de socorro que indicaban que una persona había sido herida por asta de toro.
Una herida de 20 centímetros
Al llegar al lugar, encontraron a Venturita siendo tratado por una mujer, que intentaba detener la hemorragia de una cornada de 20 centímetros en el muslo, con trayectoria ascendente, que por poco llega a los genitales. Sin embargo, los profesionales médicos estaban atendiendo a la otra persona que también había sido corneado.
Por ello, viendo la gravedad de la herida, los agentes decidieron hacer uso del material de control de hemorragias que tenían a mano, un torniquete y vendas con agente hemostático. Tras recibir la autorización de los trabajadores de Cruz Roja, los policías le hicieron un torniquete en el muslo.
Este torniquete resultó ser vital para parar un sangrado que era muy grave, y así hacer tiempo para la llegada del personal sanitario. Una vez allí, los profesionales usaron el rollo de vendaje hemostático y, con la ayuda de más compañeros, le estabilizaron y le prepararon para ser llevado a un centro sanitario.