ABSUELTOS DE VIOLACIÓN
La sentencia que condena a los cinco miembros de La Manada a 9 años de cárcel por un delito continuado de abuso sexual ha sido recibida con protestas por el público concentrado en la calle, que ha intentado sin éxito acceder al Palacio de Justicia cuya puerta ha sido cerrada.
El fallo ha sido escuchado en la sala con semblantes serios por las acusaciones y en calma por las defensas, mientras se escuchaban desde la calle abucheos y gritos de "es violación, no es abuso" y "esta justicia es una mierda".
Terminada la lectura del fallo, alrededor de un centenar de personas han querido acceder al Palacio de Justicia para mostrar su desacuerdo con la sentencia que no reconoce los delitos de agresión sexual, contra la intimidad y robo con violencia pedidos por la fiscalía y las acusaciones particular y populares.
En el forcejeo han conseguido romper el cordón policial que había hecho a su alrededor la Policía Foral y acercarse hasta las inmediaciones del Palacio, cuya puerta no han conseguido sin embargo traspasar al aparecer más efectivos y cerrarse los accesos al mismo.
Y es que las expectativas que una parte importante de la sociedad tenía, empezando por el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de Pamplona, que han ejercido las acusaciones populares, no se ha visto respaldada por esta decisión judicial.
Desde la denuncia de los hechos, la expectación no solo no había decrecido sino que aumentó con el juicio en noviembre del año pasado y se había incrementado para la lectura de la sentencia como lo demostraban hoy los 58 medios de comunicación y programas acreditados para la lectura del fallo frente a los 47 que asistieron a la última sesión de la vista oral, la de las conclusiones.
También esta mañana ha habido alguna diferencia de comportamiento entre los letrados de La Manada pero poco significativas, ya que Jesús Pérez, abogado del guardia civil acusado, ha declinado como siempre hacer declaraciones a su llegada al Palacio de Justicia, al que sí que ha accedido con una antelación muy superior a los días de juicio, mientras Agustín Martínez, letrado de los otros cuatro procesados, ha elegido el momento para acaparar la atención de los medios.
De hecho cuando se ha acercado al Palacio de Justicia había ante la puerta una concentración de jueces y fiscales, entre ellos la fiscal de este caso, pidiendo una justicia independiente y de calidad, lo que le ha llevado a darse la vuelta y regresar una vez finalizada, momento en el que ha sido rodeado por una nube de periodistas mientras alguien le increpaba por "chupar cámara".
Y es que en torno a 20 cámaras de televisión y una cifra algo inferior de fotógrafos han permanecido de guardia ante el Palacio de Justicia toda la mañana, mientras la sala de prensa donde se disponía de señal institucional y era posible utilizar ordenadores, era un hervidero de periodistas cargados con sus equipos para montar todo lo necesario, hacer sus pruebas y avanzar textos para completar la primera informaciones sobre la sentencia.