[[RELATEDConsulte la previsión del tiempo[[/RELATED Las lluvias han amargado las fiestas a los vecinos de dos localidades de Pontevedra, O Grove y Caldas de Reis. La noche en esta zona ha sido intensa. El jueves terminaba con calles y plazas inundadas debido al desbordamiento del río Umia. La apertura del embalse no conseguía tranquilizar los ánimos entre los vecinos, que temían los efectos del agua. Se trataba, por todos los medios, de poner a salvo los negocios. Pero el agua no sólo daba quebraderos en la localidad pontevedresa de Caldas. En O Grove, las complicaciones comenzaban a primera hora del Día de Reyes. Los desagües no eran suficiente para toda la lluvia caída y la principal vía de acceso al pueblo quedaba inundada. Hoy, sin embargo, los gallegos temen más al viento que a la lluvia, que seguirá cayendo.