Talleres para tejer y coser
Durante la pandemia fueron muchas las personas, en España y en el extranjero, que redescubrieron las manualidades. Y una de las que han sido resucitadas con más éxito ha sido el tejer, el bordar y todas las demás técnicas relacionadas con las agujas. En muchas ciudades de nuestro país se han creado decenas de talleres donde todo aquel que lo desee, puede aprender a hacerlo.
Ya sea por relajarse o por recuperar la tradición, cada vez hay más aficionados a tejer. Y nos acercamos a Lanas Sixto, uno de los negocios más veteranos de Madrid, donde se abastecen profesores y alumnos.
"¿Qué tipo de gente viene a vuestra tienda?", le preguntamos a Patricia, cuarta generación de este comercio creado en 1927. "Pues la verdad es que un montón de gente joven ha empezado a tejer, también muchos chicos", responde.
Las tiendas de lanas también se benefician de este fenómeno
Tiendas antiguas, de toda la vida y también modernas consagradas a abastecer a los locos por las agujas. "Creo que está en bastante tendencia el tema del crochet o de doble aguja. Yo me dedico más al crochet", explica una joven clienta de Miss Kits, cadena nacida en Barcelona consagrada a las lanas.
"Las redes sociales han cambiado mucho este mundo porque antes era una cosa que sabía un poco tu vecina; y te juntabas en la mesa camilla y tejías, intercambiabas, y ahora con las redes sociales el mundo se ha abierto de estéticas muy diferentes, dispares. Ahora hay redes sociales específicas para tejedores", comenta Marta Santiago, responsable de esta tienda.
Clases presenciales y online para todos los gustos
Durante los largos meses de pandemia en los que estuvimos encerrados, muchas personas volvieron su mirada hacia las manualidades, y tejer es una de esas actividades que han regresado para quedarse a tenor de las numerosas tiendas de lana y de los talleres donde se aprende a elaborar nuestras propias prendas de ropa. Para comprobarlo nos acercamos a un taller de la Calle Echegaray de Madrid. A esta escuela acuden mujeres y hombres de todas las edades.
A los talleres de costura acuden mujeres y hombres de todas las edades
"En España hay una palabra que se llama Filandón, que era justo eso, cuando las personas se sentaban a las puertas de las casas y se reunían a hacer las labores y hablaban y eso es lo que creo que recuperamos un poquito nosotros", relata Arantxa Pérez, de La Cuesta Estudio.
Carla es una de sus alumnas y nos muestra lo que ha logrado aprender en apenas un año. "Es un abrigo. Es mi primer abrigo y estoy muy contenta, a ver qué tal me sale", exclama orgullosa. Y a la vista de la reacción de sus compañeros, el abrigo no va nada mal.