Opinión
Susanna Griso recuerda las palabras del padre del bebé secuestrado en Bilbao y repasa la situación en muchos hospitales de España, con "mucho personal y mucha rotación" y "contrato de días e incluso de horas".
He hablado este viernes con Pedro, el padre del bebé robado en Basurto, en Bilbao. Os recomiendo que busquéis esa entrevista en la web. Nos contaba que entró en pánico cuando fue a preguntar porqué tardaban tanto en realizarle las pruebas a su pequeño y los sanitarios le miraron extrañados y le preguntaron “de qué pruebas hablaba”.
Allí se da cuenta de que algo no va bien y ya se hunde cuando ve las imágenes de la secuestradora con una bolsa en la que se supone que va su bebé. Se teme, entonces, lo peor, pero recupera la esperanza cuando la Ertzaintza le comunica que la secuestradora ha sido localizada comprando leche infantil en una farmacia.
Todo esto me lleva a reflexionar sobre laseguridad de nuestros hospitales. Diréis que este es un caso aislado, y lo es, aunque tenemos precedentes parecidos en Guadalajara y el propio Euskadi.
Apenas hay controles para sanitarios y visitantes
La cuestión es que desde hace 15 años todos los hospitales practican una política de puertas abiertas y apenas hay controles para sanitarios y visitantes. En el de Basurto trabajan 5.800 sanitarios y cada año pasan por el centro 900 estudiantes.
Mucho personal y mucha rotación porque, lamentablemente y este es un mal endémico de la sanidad española, hay contratos de días e incluso de horas. Imposible conocer a todos los compañeros y detectar a una farsante, como ha pasado en Bilbao.
Me pregunto si, más allá de los protocolos, no convendría reforzar la seguridad en algunas áreas sensibles, como ocurre ya con los plantas de agudos. Ahí lo dejo para la reflexión.