Abusos a menores
La pena impuesta por el Tribunal Supremo condenaba a 4 años de prisión al profesor. Ahora, tras probar que no se conoce el número de abusos probados, disminuye la pena a 2 años.
El Tribunal Supremo ha decretado rebajar la mitad de la pena de prisión a un profesor de inglés que abusó sexualmente de un alumno de 8 años en una de sus clase, pues considera que ha sido imposible probar que se trató de un delito continuado y no de un abuso puntual.
Así, el Supremo rebaja la pena de 4 a 2 años a este profesor, pues los magistrados han concluido que "no hay base fáctica que permita afirmar con la suficiente certeza el número de abusos que se declaran probados", según asegura el medio Europa Press.
Abusos sexuales mientras exhibía películas
La condena hace referencia a los hechos realizados entrefinales de 2012 y enero de 2013, cuando el hombre procesado trabajaba como profesor de inglés en un colegio público en Alicante donde abusó sexualmente de un niño de 8 años "durante la exhibición de películas" en una de sus clases.
La Audiencia Provincial de Alicante condenó así a 4 años de prisión a este profesor de inglés por un caso de delito continuado de abuso sexual sobre un individuo menor de 13 años. El acusado, que no estaba conforme con la resolución, presentó el caso ante el Supremo pues considera que se vulneró su derecho a un juicio con todas las garantías y su derecho a la presunción de inocencia, entre otros.
Por otro lado, el procesado alegó al mismo tiempo que a pesar de que el Tribunal había probado que los abusos se realizaron "en fechas no determinadas de finales de 2012 y enero de 2013", también declaró que entre la reanudación de las clases después de Navidad y cuando presenta la denuncia el 10 de enero, "no hubo ocasión de impartir tres clases de inglés", ya que el niño declaró haber sido víctima de los abusos en tres ocasiones "por lo que, a lo sumo, la condena debería referirse a un solo delito".
El profesor de inglés aprovechaba la proyección de películas que exhibía en clase para que el menor se sentase encima suya e introducirle así la mano por debajo de la ropa interior y acabarle tocando los genitales. La sentencia considera que "a pesar de que el acusado era vigilado por otra profesora durante las clases por la existencia de otra denuncia anterior por abusos sexuales y por quejas de los padres, el acusado seguía colocando al menor sobre suspiernas cuando estaban sentados viendo la película, lo que sin duda no sólo es absolutamente inapropiado en atención a los hechos que se pretendían prevenir".