LOS TESTIMONIOS DE LOS SUPERVIVIENTES
“Hemos tenido un accidente con el tren, vamos a tardar un ratito más no te preocupes”, eso es lo que le dijo José Manuel a su mujer por teléfono instantes después del accidente. José Manuel viajaba solo y resultó ileso, así que envió un mensaje tranquilizador a su pareja una vez que pudo salir del vagón.
Guillermo, de 17 años, es también un superviviente. “De repente el tren empezó a temblar, mucho, entonces hubo un golpe fuerte y a partir de ahí no me acuerdo bien, me desperté y me levanté del suelo”. Segundos después consiguió recuperar la consciencia y no dudó en echar una mano. “Conseguí ayudar a un hombre atrapado y pude sacarle”
Guillermo, como otros supervivientes, ha acudido a recuperar su equipaje junto con sus familiares. Las pertenencias, algunas de ellas calcinadas, se encuentran en un pabellón en el que estos días reina un silencio sepulcral. Un mutismo que solo es cortado por el sonido de algún móvil que sigue sonando cinco días después de la tragedia.
Son instantes sobrecogedores y difíciles para los que acuden al lugar porque detrás de las maletas hay muchas vidas rotas.