VIOLENCIA DE GÉNERO
Una fotografía de Rosa María en 2016, antes de que su exnovio, condenado a nueve años de cárcel, la tirase por un balcón, nos muestra rápidamente su drama. Su hermana, Noelia García, cuenta que "se puso a gritar mucho y la arrojó, de los brazos".
Tras año y medio de malos tratos, nueve meses en coma y las secuelas le impiden hablar. Se comunica con una aplicación. Cuando despertó recuperó la memoria y el miedo: "Que no salga nunca porque le tengo miedo", nos dice a través del asistente del móvil que sustituye su voz. Tiene una minusvalía del 96% y ninguna ayuda, excepto la de su familia.
Su maltratador se ha declarado insolvente y ella necesita "que me operen para salir de este sufrimiento". Porque, explica su hermana, con esa operación "podría recuperar más autonomía y capacidad pulmonar, para hablar en un futuro".
Con 27 años tiene una sonrisa que solo desaparece cuando le hablan de su hija de 11, es una niña de otra relación anterior: "Viene, está con ella, pero ha perdido todo lo que una niña puede hacer con su madre. Lucha a diario por conseguir más movilidad y pide a todas las mujeres que sufren maltrato "que denuncien la la primera". La próxima vez quiero decirlo con su propia voz.