ASEGURA QUE SE LIMITÓ A EJECUTAR ÓRDENES

"Yo soy conductor, no suelo atender llamadas"

Francisco Manuel es el operario del Samur que atendió las llamadas de emergencia de los amigos de dos de las víctimas del Madrid Arena, a pesar de que su profesión es ser "conductor". Ha reconocido que estaba allí "prácticamente forzoso, ocupando un puesto que no debería".

La profesión del operario del Samur que atendió las llamadas de los amigos de dos de las víctimas del Madrid Arena es, en realidad, "oficial mecánico conductor" y ha reconocido que estaba allí "prácticamente forzoso, ocupando un puesto que no debería". Francisco Manuel se ha defendido en una emisora de radio de las críticas que ha suscitado su actuación en la tragedia, especialmente por pedir que las víctimas fueran trasladadas más de un kilómetro para ser atendidas.

Francisco Manuel ha explicado que en la centralita del Samur se estuvieron recibiendo llamadas constantes desde la una de la madrugada. "Todas las que entraban eran comas etílicos", ha explicado, hasta que atendió a una chica a las 4:13 horas, una amiga de unas de las chicas que fallecieron.

Según su versión, fueron enviadas ambulancias al recinto que acogió la fiesta de Halloween pero no pudieron acceder a él porque "eran recibidas a botellazos, las zarandeaban... e incluso querían volcarlas". De esta forma, desde el Samur se tomó la decisión de colocarlas en un único punto, el Paseo de Extremadura con Puerta del Ángel, para recibir a las víctimas. Por eso, Francisco Manuel argumenta que se limitó a ejecutar las órdenes que le dieron.

"Llevaba unos 10 o 12 días en la centralita. No me expreso bien, no tengo don de palabra", ha dicho para defender la frialdad con la que habló las llamadas. "Estaba ocupando un puesto que no me corresponde", ha insistido.

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