Tenerife
La madre asegura que no cesará en su empeño por recuperarlas y que las niñas son ya "un icono en la lucha contra las injusticias".
Casi un mes sin saber nada de las pequeñas Anna y Olivia, desde que su padre desapareciera con ellas el pasado 27 de abril en Tenerife. En los próximos días un sónar y un robot submarino rastrearán toda esta costa de Güímar donde fue encontrada a la deriva y vacía la embarcación de Tomás Gimeno. Una zona de gran profundidad donde los buzos especializados no pueden llegar.
La madre de las pequeñas lanza un nuevo mensaje lleno de entereza y difunde más imágenes de Anna y Olivia. La madre asegura que no cesará en su empeño por recuperarlas y que las niñas son ya "un icono en la lucha contra las injusticias".
El sónar lleva incorporado una cámara para recoger en imagen el punto exacto que le marque el sónar. Se trata de un objeto de alta tecnología que pesa media tonelada y tiene un valor de un millón y medio de euros.
Ese equipo de barrido compuesto por el sónar y el robot submarino van a hacer algo así como una radiografía de los fondos marinos de esta costa. La Guardia Civil centra sus investigaciones en el mar. Los datos que desprenda el sónar pueden ser la clave para despejar muchas incógnitas.
Es precisamente en el mar donde se pierde el rastro del padre de las niñas. Se descarta que el velero encontrado en aguas del Caribe fuera utilizado por Tomás Gimeno.
Tampoco hay rastro de otras embarcaciones alrededor de la suya cuando zarpó del puerto. Todo ello hace que pierda fuerza la hipótesis de la huida y de la participación de cómplices. Los registros con los perros en la casa de Tomás no han arrojado nada concluyente.
Se siguen analizando los rastros que dejó antes de desparecer. El coche de lujo que transfirió a su padre por un valor de 40.000 euros.