PERO NO TODOS DENUNCIAN
Más de 1600 enfermeros sufrieron agresiones en su puesto de trabajo por parte de pacientes o familiares de estos. Son datos del Consejo General de Enfermería del pasado año. Por regiones, Andalucía es la que más ataques registra.
Insultos, amenazas e incluso golpes que no siempre se llegan a denunciar. Las elevadas listas de espera o la falta de personal llevan a muchos pacientes a perder los papeles.
Una agresión es una acción penada con entre uno y cuatro años de cárcel al considerar a médicos y enfermeros agentes de la autoridad pública. Las multas pueden ascender hasta los 400 euros y se pueden denunciar por la vía civil.