ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA
Lo que impulsa a la mayoría de las personas a hacer el mal es el deseo de hacer el bien. Eso es lo que revela un nuevo estudio antropológico de la Universidad de California (UCLA) que concluye que "la gente raramente comete actos criminales con intención diabólica, sino porque piensan que es lo correcto". Tal y como asegura Alan Page, conductor de este estudio y del libro 'Virtuous Violence', a la revista Tech Times lo habitual en los actos criminales es que estén motivados por inculcar obediencia, justicia, remendar un error o por algo que no se puede solucionar de otra forma.
El síndrome toma el nombre de la serie de Breaking Bad en la que su protagonista, Walter White, delinque para que a su familia no le falte de nada si finalmente él fallece de cáncer. La teoría desmonta la creencia de que casi todos los autores de crímenes o actos violentos son psicópatas ( se calcula que lo son uno de cada cinco asesinos lo son). El psicópata se caracteriza porque es incapaz de arrepentirse, empatizar y no aprende con los castigos.
Según los autores, en el caso de este tipo de delincuentes la terapia consistiría en convencerles de que están haciendo el mal aunque esto les ayude a conseguir sus objetivos.