PERTENECÍAN A UN COLECCIONISTA PRIVADO
La Policía Nacional ha detenido en Madrid a siete personas relacionadas con el robo de cinco cuadros de Francis Bacon, además de joyas y otros objetos de valor que pertenecían a un coleccionista privado y que todavía no han sido recuperados, según ha informado el cuerpo en un comunicado.
El robo se produjo en julio del año pasado cuando el dueño de los cuadros se encontraba de viaje fuera de su domicilio y puso una denuncia en la Comisaría de Centro de Madrid. En febrero de este año, una empresa privada de investigación avisó a la Policía de que había recibido fotografías inéditas de las obras que habrían sido realizadas posteriormente al robo con una cámara digital alquilada por una persona con domicilio en la localidad barcelonesa de Sitges.
Gracias a esta información, los agentes localizaron al autor de las imágenes quien, según indica la Policía, resultó ser uno de los presuntos responsables del robo y ha sido detenido junto a otro de los presuntos ladrones.
Además de estas dos personas, han sido detenidos un marchante de arte de Madrid y su hijo, que son quienes hicieron saltar la alarma en la empresa privada de investigación al enviar las imágenes para consultar si las obras que aparecían en ellas figuraban como robadas. Estos dos últimos detenidos habrían recibido las imágenes realizadas por los autores materiales del robo como parte de una negociación para vender las obras robadas y han sido detenidos como presuntos encubridores de los hechos junto a otras tres personas, según la Policía.
La operación, que ha sido llevada a cabo con la colaboración de los agentes de la Brigada de Patrimonio Histórico de la UDEV y de la Policía Judicial y de la Jefatura Superior de Policía de Cataluña, sigue abierta con el objetivo de recuperar tanto los cuadros como los demás efectos robados, entre los que figuran joyas y colecciones de monedas antiguas.
La Policía ha registrado el domicilio del arrendatario de la cámara fotográfica y de los presuntos encubridores del robo sin hallar los efectos robados y se ha incautado de seis teléfonos móviles y tres ordenadores para registrar sus datos en busca de indicios sobre la posible localización del material desaparecido.