EN ALCORCÓN, MADRID
Siete días después de confirmarse el primero contagio por ébola en España hay algunas actuaciones que siguen llamando la atención. Por ejemplo la vivienda de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería contagiada por el vírus, todavía no ha sido descontaminada.
Solo los seis veterinarios que sacrificaron a Excálibur, el perro de la pareja, y los siete bomberos que coordinaron la operación han accedido a la vivienda. Los trabajos de limpieza sí están muy avanzados en la finca donde se ubica la vivienda y en todos los espacios comunes.
Algunos de los vecinos que se fueron de sus casas la semana pasada, inquietos por el contagio, han vuelto ya. Al entrar en su portal se han encontrado, un muro repleto de flores y mensajes de ánimo para Teresa.