LAS PROFESORAS ESTÁN SIENDO INVESTIGADAS

Tres familias denuncian maltrato a sus hijos en el colegio de Getafe mientras el centro pide "respeto"

La madre, que se enteró este jueves de los malos tratos que podría haber sufrido un compañero de colegio de su hijo, asegura que su hijo ha podido pasar por algo similar. La madre explica que el primer año de colegio fue muy bueno pero el año pasado comenzaron los problemas. El niño lleva tres semanas sin acudir al centro porque "no quiere ir". Este viernes se realizará una reunión con los padres, la dirección del centro pública y un miembro de la Inspección para abordar la situación

Tres familias han denunciado el trato que podría haber recibido su hijo de 10 años en el Colegio Público de Educación Especial (CPEE) Santiago Ramón y Cajal, en Getafe, el mismo donde tres trabajadoras están siendo investigadas judicialmente tras la primera denuncia de otros padres con su hijo de 8 años. La denuncia llegó hace unos días y durante la tarde de este viernes tendrá lugar una reunión con los padres, la dirección del centro pública y un miembro de la Inspección para abordar la situación.

Irene Camacho es la madre de este menor de 10 años que ayer se enteraba de lo ocurrido por los medios y que, ante los periodistas situados en la puerta del centro, aseguraba que se había sentido "identificada", ya su hijo no quiere ir al colegio y creen que le ha podido pasar algo similar. Al respecto, contó que lo encerraron con llave solo en una sala y que en alguna ocasión cinco auxiliares sujetaron al niño contra el suelo, lo que le parece "un maltrato en toda regla", aunque de momento no se han planteado denunciarlo por la vía judicial.

Según explicó Camacho, los profesores "decían que era lo habitual porque el niño estaba muy nervioso o con mucha ansiedad ya que les agredía". "El primer año en el colegio fue muy bueno pero el año pasado empezaron los problemas con muchos miedos y tenía un rechazo al colegio que no era normal. En unas 8 ocasiones le han tenido encerrado", afirmó. También contó que su hijo lleva tres semanas sin acudir al colegio porque "no quiere venir" y en el centro "no pueden con él", por lo que se están planteando cambiarle. "No puede garantizar de que haya sido maltratado y me hubiera gustado también poner una grabadora, así que eso se va a quedar en duda porque mi hijo no me puede contar nada", concluyó.

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