Sequía
Las expectativas de ocupación turística son altas. Preocupa que la situación de alerta por sequía pueda provocar restricciones al consumo en las zonas más turísticas.
El agua es un bien cada vez más preciado, sobre todo en tiempos de sequía y con la llegada de turistas a nuestro país. A aquellos que preguntamos por la calle, afirman estar concienciados. "En casa lo hago y cuando salgo fuera no cambio mi forma de ser", asegura una mujer, mientras que otra afirma que "ya va en el ADN de uno mismo".
Pedro Lucas Arena es propietario de la casa rural Marialba (Zamora). Tras un 2022 de restricciones en agua agrícola, conciencia a sus clientes de la problemática y ya ha tomado medidas para los próximos meses. "Cuando vayamos a limpiar la piscina, en vez de tirar el agua, la utilizamos como riego", indica. Usa la técnica del goteo y la aspersión, ajustándose así a sus posibilidades. La preocupación en el sector turístico es evidente: "Tenemos el agua proveniente de una fuente, si esta fuente se seca es un gran problema", comenta Dolors Sendra, directora de El Palauet del Priorat en Cornudella de Montsant (Tarragona). Por ello, piden a sus huéspedes "equilibrar el confort con la necesidad".
Medidas por la sequía
En el Hotel Bitácora de Tenerife ya han tomado medidas: un circuito cerrado de agua caliente que evita perdidas y tiempo de espera. "Son bastante resistentes a la sequía, por lo tanto no necesitan de tanta agua", expresa Diana Huete, responsable de Customer Experience. El temor también se traslada al restaurante Salamanca de Silvestre Sánchez, en Barcelona: "Pedimos que cocineros y demás usen el agua que sea imprescindible". El bar de Daniel García, el Merendero de la Ermita, sufrió en 2022 cortes de agua inesperados mientras tenía el comedor lleno. "Nos tocará guardar garrafas para poder continuar", señala. Como él, ya son muchos los que se preparan para lo peor.