DANA
La tarde de la DANA el agua sorprendió al padre de Sarai cuando se encontraba con sus nietos en el coche. Consiguió sacarles de la ventanilla y se subieron al techo del coche esperando ayuda. Los niños salvaron la vida pero su abuelo fue arrastrado por la corriente. Continúa aún desaparecido.
Todavía 3 personas continúan desaparecidas tras el paso de la DANA. En la zonas más castigadas todavía 50 días después continúan quitando barro. Los trabajos de limpieza continúan activos en las zonas más afectadas. En Sedaví, el Ejército sigue desplegando 8.500 efectivos y los avances son lentos debido al estado de las calles.
Las autoridades valencianas han anunciado que para finales de esta semana finalizan los trabajos de extracción de lodos y limpieza de apartamentos subterráneos y sótanos. Las tareas de la UME no solo se reducen a esto, también se encargan del reparto de enseres una vez resueltos los problemas más graves en el interior de las casas. En ese momento es cuando se empieza con la distribución de colchones y muebles para que las familias más afectadas puedan volver a vivir en sus casas.
Una de las 3 personas aún desaparecidas es Francisco, el padre de Sarai. La familia de Francisco vive a la espera de que les comuniquen más noticias y viven esta situación desde la desesperanza "porque todo se hubiera podido movilizar antes, de tener los recursos adecuados", señala.
Recientemente avisaron a la familia del rescate de un cuerpo. Cuenta Sarai que desde el primer momento sospechaban que no podía ser por la zona porque distaba mucho del lugar donde había aparecido su padre. La búsqueda de su padre continúa sin descanso. Los servicios de rescate cada 2 ó 3 días se ponen en contacto con ella y le comunican si ha habido novedades. "Aún hay mucho lodo, mucha caña, mucha porquería y los efectivos son insuficientes y no pueden dar más de lo que están dando", señala esta hija desesperada con dar con el paradero de su padre.
Afirma que dentro de lo que cabe sus hijos están bien siguiendo la vida normal después de la DANA. Fransico fue precisamente quien, la tarde de la DANA, le salvó la vida a sus nietos. Ese día se dirigían hacia su casa en coche, por el camino no había mucha agua y cuando llegaron al punto clave la corriente les arrastró. Salieron por la ventanilla, los 3 se subieron arriba del techo del coche y estuvieron esperando como 2 horas. "Se intentó hacer lo que se pudo pero iba con mucha fuerza ese agua, hizo mucho destrozo y al final son cosas que no se pueden evitar", lamenta Sarai.
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