Coronavirus
Sara era una de los 26 sanitarios que ha muerto en España por el coronavirus. Tenía 28 años y trabajaba como médico de familia en Mota del Cuervo, en Cuenca.
Todo apunta a que se contagió en la consulta tras atender “a dos pacientes contagiados por Covid-19” en su consulta, según explica su tía. "Desde pequeñita era lo único que quería, ser médico", añade.
Este viernes 16 de octubre, su madre ha acudido al acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias que reconoce a los médicos que han estado en primera línea en la lucha contra el coronavirus.
Vicente Sánchez, médico en el Hospital Público Universitario De La Ribera, también falleció pese a haber dado la voz de alarma cuando tenía fiebre. Su familia, la mayoría médicos, denuncia que su muerte se podría haber evitado.
“Luchaste con escasos materiales. No te proporcionaron la protección adecuada luchando con escasos materiales y una protección contra el virus muy deficiente”, sostiene su hijo.
Todos ellos eran padres de familia, tíos, abuelos o hijos, pero por encima de todo, personas que lo han dado todo por los demás. Por haber salvado vidas pese a que exponían la suya propia y porque eran imprescindibles, los familiares de los sanitarios fallecidos, aseguran que “debería rendirse homenaje a cada uno, con nombre y apellidos”.