Canarias
Isa, una de estas sanitarias, tuvo que esconder su embarazo por miedo, y Macarena se queja de que con sus dos embarazos perdió el derecho a lactancia y vacaciones. Esto supone una vulneración de la norma dictada en 2018.
Isa es cirujana plástica del Hospital Universitario de Canarias. Lleva trece años tratando a pacientes oncológicos y sigue encadenando contratos temporales. Tuvo que ocultar su primer embarazo por miedo a que no le renovaran en su puesto. A Macarena, especialista en Oncohematología Pediátrica, le ocurrió algo similar. Sufrió discriminación en dos ocasiones, con sus dos embarazos, y denuncia que no tuvo derecho a lactancia, perdió vacaciones y tuvo que lidiar con guardias pese a tener un bebé en casa.
Las dos forman parte de la Mesa de Confluencia de Médicos y Facultativos Temporales de Canarias que, desde hace algunas semanas, comparte a través de las redes sociales historias reales de discriminación por el hecho que quedar embarazadas o recién paridas. Quieren llamar la atención sobre la que consideran una “práctica generalizada” por parte del Servicio Canario de Salud.
Según Sanidad, desde 2018 se ha dado orden a las gerencias de hospitales y Atención Primaria de que a los trabajadores y trabajadoras temporales en situación de Incapacidad Temporal (IT) se les debía renovar el contrato si llegado el momento de vencimiento se encontraran en IT.
La medida era aplicable a cualquier categoría profesional, bien por enfermedad, maternidad, riesgo de embarazo o lactancia. “Esa circunstancia no debe en ningún caso derivar en un despido del empleado o empleada, sino en una prórroga de su contrato, por considerarse una práctica discriminatoria” aseguran fuentes de la Consejería de Sanidad.
A pesar de esta aclaración, algunas especialistas y facultativas aseguran que la norma ha seguido vulnerándose desde 2018 y seguirán movilizándose para visibilizar su situación.