La increíble rehabilitación de una niña que quedó en estado vegetativo tras caerse a una piscina

Eiden llegó al hospital sin pulso, sin respiración, helada... Dos horas de resucitación y 17 inyecciones después su corazón emitió el primer latido.

Tenía profundos daños cerebrales y apenas le dieron 3 horas de vida. Tras 10 días con ventilación mecánica pudo respirar por sí misma y en casa seguía luchando, a pesar de estar en estado semivegetativo.

Su vida parecía condenada a cuidados constantes hasta que sus padres oyeron hablar de la terapia hiperbárica de oxígeno. Es la técnica usada por los buceadores para evitar que la descompresión les forme burbujas letales en la sangre. Meter a Eiden en una de estas cámaras fue su salvación.

Según su médico, Paul Harch, su corta edad la convertía en la candidata perfecta: "El tejido se regeneró, es algo que nunca se había visto antes".

Los efectos se vieron con las primeras sesiones. Sus padres iban grabando cada progreso, sus primeras palabras, sus primeros pasos... 162 días después de ahogarse el tejido cerebral de Eiden se había regenerado casi por completo.

Algo insólito en la medicina y que llena de esperanza a millones de enfermos con patologías similares.