Galicia
La baja natalidad y los pueblos vaciados están provocando el cierre de numerosos centros unitarios y escuelas rurales en Galicia.
La comunidad educativa del colegio unitario de Solobeira, en Vilagarcía de Arousa, estaba preocupada. El centro buscaba niños para el próximo curso, ya que solo así podría evitar su cierre. Y justo este lunes, el mismo día en el que finalizaba el período de reserva de plazas, ha ocurrido.
Una familia ha matriculado a su hija para incorporarse en septiembre. Esto ha garantizado la continuidad, al menos durante un año más, de este centro que lleva abierto desde hace más de seis décadas. Una noticia que celebran todos: “Hemos tenido la suerte de recibir hoy la matrícula y estamos muy contentos”, dice María, la madre de uno de los alumnos. Igual de aliviada estaba Cristina Pazos, la profesora del centro, que asegura que “la falta de niños es un problema a la hora de mantener las escuelas rurales”.
En este colegio hay ahora mismo siete niños de entre 3 y 5 años. El mínimo exigido para estas escuelas unitarias es de seis alumnos. El problema que tenía el centro es que “dos de los pequeños se van el próximo año porque comienzan la educación primaria, con lo que faltaba un niño para mantenerlo abierto”, señala Cristina. Algo que este lunes ha quedado solventado aquí, en Vilagarcía, pero que es un problema que se repite en decenas de escuelas rurales en Galicia.
Salvar más colegios unitarios
La baja natalidad y los pueblos vaciados están provocando el cierre de numerosos centros. Sin embargo, la Consellería de Educación recuerda que todavía hay tiempo para salvar más colegios unitarios, porque aunque se ha cerrado la reserva de plazas, los padres todavía podrán matricular a sus hijos en estos centros, ya que el periodo de matriculación será en junio, concretamente, del 20 al 30 de dicho mes.