Consecuencias del coronavirus
Su nombre es 'Ágave Cacozela' conocida como pita, pitera, magüey o mambú. Acaba de florecer en el de Jardín Botánico del Puerto De la Cruz, en Tenerife. Su floración es aún espectacular que ha sorprendido a todos.
Para poderla ver hemos tenido que esperar 30 años. Lo más curioso es que es una especie de planta que solo florece una vez durante su vida, y justo ha escogido este momento. A pesar de que Tenerife está en fase 2 de desescalada y se permite ya el movimiento de los ciudadanos, el Jardín Botánico de Santa Cruz de Tenerife está cerrado y no permite ver la flor de forma directa.
Entre las características de la flor está la de poseer una de las inflorescencias más espectaculares, con numerosas flores doradas, distribuidas de forma muy compacta en una gran vara.
Una flor de seis metros
Éste puede superar los seis metros de altura, mientras que la roseta que forman las hojas alcanza los cuatro metros de ancho. Un espectáculo de la naturaleza que solo podrán ver unos pocos privilegiados, porque las flores apenas duran unos 10 o 20 días, después se muere.
El Jardín Botánico de Santa Cruz de Tenerife, en Canarias, está cerrado por el estado de alarma por la pandemia de coronavirus y no abrirá sus puertas hasta julio. Así que muchos se tendrán que conformar en verla a través de fotografías o vídeos.
¿Qué sabemos de esta planta y su flor única?
El Ágave se trata de una una planta originaria de las islas Bahamas que se plantó en el Jardín de Aclimatación de La Orotava, en Tenerife, a principios de los años 80 y es el único ejemplar en el Jardín Botánico.
Pertenece a la familia de las piteras y su denominación exacta es Agave Cacozela. Su principal característica es que florece solo una vez en su vida y cuando lo hace, toda la energía de la planta se destina a mantener esas flores vivas. La consecuencia es que la planta se seca y muere a los 20 días.
La inflorescencia está formada por numerosas flores que se concentran en una vara que llega a medir más de 6 metros. En este caso alcanza los 6,7 metros. Es una planta muy resistente que necesita mucho sol y poca agua por eso se ha aclimatado perfectamente al lugar; pero a la vez es muy frágil porque sus hojas son muy carnosas y no permiten la manipulación.
Este Agave caribeño gigante se encuentra en un lugar apartado del Jardín de Aclimatación, precisamente por este motivo, ya que la parte visible del Jardín es muy húmedo y frondoso y de haber estado ahí no hubiera sobrevivido todo este tiempo.
El responsable del Jardín Botánico, Alfredo Reyes, asegura que han recibido llamadas de todo el mundo, incluso desde EEUU, interesándose por nuestro ejemplar. Como cautela, se han quedado con semillas para poder regenerar el ejemplar y volver a ver una flor de este tipo dentro de 30 años.
"Su floración en estos días no creemos que tenga nada que ver ni con la ausencia de la presencia humana en los días de confinamiento ni tampoco con el cambio climático, simplemente le tocaba florecer tras más de 30 años de espera y ha sido justo ahora", afirma Reyes.