QUERÍA ASESINAR A SU EX PAREJA Y FUE A POR SU FAMILIA
El sospechoso de matar a un hombre de 70 años en Castellón e intentar agredir a una joven de 22 había sido denunciado por su expareja, madre de esta, y quebrantado una medida preventiva de alejamiento de ella, a quien las autoridades habían instado a refugiarse mientras tanto en un centro de acogida al considerarlo un caso de alto riesgo.
Así lo ha confirmado el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, quien ha ensalzado el papel de "héroe" del fallecido, pareja de la madre de la denunciante y quien con su actitud impidió la agresión a la joven, quien había sido obligada a desnudarse a punta de cuchillo.
Moragues ha señalado que sobre el sospechoso, de 46 años y que estaba ingresado en el Hospital General bajo vigilancia policial a causa de las heridas que sufrió en su huida, pesaban ya varias denuncias previas, que no ha concretado, y ha remarcado que es una persona "muy conflictiva" y con numerosos antecedentes policiales.
La última denuncia que había sobre él data del pasado lunes, según el delegado del Gobierno, y se refería precisamente al quebrantamiento de una medida cautelar de alejamiento de su expareja.
La Policía recomendó a la denunciante que se refugiara en un centro de acogida y sometió a vigilancia la vivienda de ella pero el sospechoso, en lugar de ir a ese domicilio, se dirigió al de los padres de la mujer, en el que también estaba la hija de la denunciante.
Una vez allí obligó a la joven a desnudarse amenazándola con un cuchillo y la pareja de su abuela impidió que la agrediera y forcejeó con él, momento que aprovecharon ambas para huir de la casa.
En ese forcejeo, el hombre sufrió heridas por arma blanca que le causaron la muerte, tras lo cual el supuesto homicida huyó del lugar y cayó en una acequia cercana, un accidente en el que resultó con lesiones en el abdomen y el tórax que, de no haber sido atendido poco después, le habrían causado la muerte.
Moragues ha insistido en el papel heroico del fallecido, cuya actitud de "valentía y arrojo" debe suponer un ejemplo de protección a una posible víctima de violencia machista.