Psicología

¿Sabías que las personas que dicen palabrotas son más honestas?

A través de una investigación, este estudio trata de acabar con la relación de las palabras malsonantes con la falta de franqueza o de educación.

Desde que éramos pequeños, siempre se nos ha dicho que debemos moderar el lenguaje según el sitio en el que estemos, porque así evitaremos caer mal a la gente y evitar, también, caer en la falta de educación.

Esta convención social impuesta podría venirse abajo tras los resultados expuestos por un estudio -llevado a cabo por Gilad Feldman, del Departamento de Trabajo y Psicología de la Universidad de Maastricht (Países Bajos)-, que ha analizado las perspectivas contradictorias entre la blasfemia y la deshonestidad.

Una de las primeras conclusiones a los que llegó el psicólogo fue que las personas que dicen palabrotas son concebidas como "violadores de códigos morales y sociales" -en otras palabras, pocos fiables- por el tabú que supone el uso de la blasfemia en nuestra sociedad.

Otra de las conclusiones que extrajo Feldman fue que decir palabrotas, en cierta ocasiones, tiene que ver con la "autenticidad" de esa persona en concreto.

Para confirmar esta teoría, los investigadores realizaron un primer estudio para analizar la blasfemia a nivel personal. Para ello pidieron a 276 participantes que hicieran una lista de sus palabrotas preferidas. Después, tenían que escribir un breve relato de las emociones que le causaban, como ira, felicidad, agresividad, etcétera.

Lo siguiente fue hacerles un test de honestidad a través de un cuestionario de personalidad 'Eysenck'. Curiosamente, los que afirmaron que hacían lo que querían y cuando querían fueron considerados unos "mentirosos" conforme al estudio.

Finalmente, la conclusión a la que llegaron en la investigación fue que "una tasa mayor en cuanto al uso de palabrotas estaba asociada con más honestidad tanto a nivel individual como social".

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