Límite de alcohol
Ryanair insiste en que medidas como las propuestas no solo reducirían los incidentes, sino que también garantizarían una experiencia de vuelo más segura para pasajeros y tripulación.
La conocida empresa española de vuelos low cost Ryanair ha solicitado a la Unión Europea que se limite la venta de alcohol en los aeropuertos a dos bebidas por pasajero, utilizando la tarjeta de embarque como control, similar a lo que ya ocurre en las tiendas libres de impuestos. "Durante los retrasos, los pasajeros consumen alcohol sin restricciones, lo que genera comportamientos problemáticos que afectan la seguridad a bordo", explicó la compañía en un comunicado.
La propuesta de Ryanair ha generado respuestas mixtas. El Airports Council International (ACI) de Europa, organismo que representa a los aeropuertos, rechazó la idea de imponer alcoholímetros o limitar las bebidas vendidas en terminales. "Las aerolíneas tienen la potestad de negar el embarque a pasajeros ebrios. No es responsabilidad de los aeropuertos", afirmó el ACI. Además, señalaron que muchas aerolíneas, incluida Ryanair, continúan vendiendo alcohol a bordo, lo que consideran contradictorio.
Ryanair ha insistido en que estas medidas no solo reducirían este tipo de incidentes, sino que también garantizarían una experiencia de vuelo más segura para pasajeros y tripulación. La aerolínea destaca que el comportamiento conflictivo de los pasajeros es ahora "el mayor desafío" al que se enfrentan sus tripulaciones. Según Michael O'Leary, CEO de la compañía, estas situaciones "no solo son un riesgo para la seguridad, sino un costo evitable".
Un vuelo de Ryanair que cubría la ruta Dublín-Lanzarote el pasado 9 de abril de 2024 tuvo que desviarse al aeropuerto de Oporto debido al comportamiento de un pasajero en estado de ebriedad. Este incidente provocó un gasto total de 15.000 euros para la aerolínea.
El pasajero problemático obligó al piloto a realizar un aterrizaje de emergencia en Portugal, donde fue detenido por las autoridades locales. Debido a las restricciones horarias de la tripulación, el avión no pudo continuar el vuelo esa misma noche. Más de 160 pasajeros y la tripulación se vieron obligados a pernoctar en Oporto, con los gastos asumidos íntegramente por Ryanair.
La aerolínea posteriormente mostró los costos extra que suponen incidentes de este tipo: