NO HUBO DAÑOS PERSONALES, PERO MUCHOS MATERIALES

La rotura de una presa en Granadilla, Tenerife, se llevó el pueblo por delante

Como si de un tsunami se tratara, así vivieron los vecinos de un pequeño pueblo de Granadilla, en Tenerife, la madrugada del pasado sábado cuando la presa que se encuentra justo a lado de sus casas reventó e inundó todo lo que encontró a su paso. Una familia continúa desalojada hoy y aunque no hubo daños personales todavía tienen el susto en el cuerpo.

La avalancha de piedras, lodo y agua les sorprendió de madrugada, mientras dormían. Las paredes de esta represa no aguantaron más y reventaron, el agua arrasó con todo lo que encontró a su paso. Varias casas de San Isidro fueron las más afectadas. La más cercana, la de María, se quedó sin paredes.

A Yaiza el agua le llegó casi a la altura del cuello; sacaron como pudieron a su bebé de 4 meses. Los vecinos aseguran que habían denunciado hace años la situación de esta presa que, al parecer tiene más de un siglo.

Sólo una de las vecinas continúa aún desalojada. El ayuntamiento de Granadilla está tramitando ayudas a los afectados, ninguno quiere abandonar la casa en la que han crecido.

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