HUELVA | DURANTE NOCHEVIEJA
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha revelado que la Policía trabaja con la hipótesis de que los autores del robo de alrededor de 1.000 kilogramos de hachís que se encontraban almacenados en fardos en la sede de la Aduana de Huelva pertenezcan a la misma banda de narcotraficantes a los que se había incautado el alijo.
En rueda de prensa, Fernández Díaz ha explicado que es "bastante frecuente" que aquellos traficantes a los que se incauta droga intenten después recuperarla, algo que creen que puede haber sucedido también en el robo perpetrado en la Aduana de Huelva esta Nochevieja.
El ministro ha querido dejar claro que, en este caso, no ha fallado el protocolo firmado para la cremación de droga incautada porque el juez aún no había autorizado la destrucción de esa tonelada de hachís.
Además, para demostrar que el protocolo está funcionando, Fernández Díaz ha asegurado que ya se habían destruido dos terceras partes de la droga almacenada en el mismo edificio donde se ha producido el robo.
A su juicio, el problema está derivado de la "tardanza" en firmar el protocolo suscrito por los ministerios de Interior y Sanidad y el Consejo General del Poder Judicial para la destrucción de droga. "Tener almacenados miles de kilos de droga era una tentación para todo el mundo, especialmente para los narcotraficantes", ha reconocido.
Pese a todo ello, Fernández Díaz ha reconocido que no es "razonable" que el edificio que albergaba la droga estuviera sin vigilancia y no tuviera las suficientes medidas de seguridad. "No le voy a llevar la contraria, aunque como he dicho en esas mismas dependencias ya se había destruido las dos terceras partes de lo que llevaba almacenado mucho tiempo", ha reconocido preguntado al respecto.
La Subdelegación del Gobierno de Huelva ha reconocido que el edificio no contaba en el momento de la comisión del robo con la presencia de ningún vigilante de seguridad, aunque desconoce si esa circunstancia es habitual o se trataba de una ausencia puntual. La custodia de la droga depende de la Aduana, y ésta, a su vez, de la Agencia Tributaria.