Basura marina
Los buceadores del centro 'La Sal' alertaron a la Fundación Oceanogràfic del peligro que suponía esta red, una trampa mortal para los animales marinos y la posidonia.
Hace unas semanas, un grupo de submarinistas del centro 'La Sal' de Alicante alertó a la Fundación Oceanogràfic de que habían localizado una red perdida en el fondo marino de un área muy próxima al Cabo de las Huertas y también cercana al espacio de Tabarca, ambos lugares de Interés Comunitario (LIC) de la Red Natura 2000. La ubicación de esta red era peligrosa para la biodiversidad del entorno puesto que estaba muy próxima a una pradera de posidonia.
De esta manera, desde la Fundación Oceanogràfic organizaron un dispositivo para extraer estos restos de pesca abandonados. Para ello, se movilizó un equipo de buzos profesionales del Oceanogràfic de València, científicos de la Fundación Oceanogràfic, Cressi España y buzos del centro de buceo 'La Sal' de Alicante.
Sobre las 10:00 horas de la mañana salieron del puerto de Alicante y pusieron rumbo a las coordenadas en las que se encontraba la red. Una vez allí, arrancó el operativo. Se sumergieron a 27 metros de profundidad y extrajeron las redes mediante el uso de cinco globos elevadores.
"Existe un gran riesgo de que alguien se pueda quedar enganchado y atrapado en la red"
Se trata de una tarea peligrosa para los profesionales porque hay un momento en el que "no tienes casi visibilidad, estás casi tocando el fondo por completo y existe un gran riesgo de que alguien se pueda quedar enganchado y atrapado en la red", explica a Antena 3 Noticias Andrea Spinelli, investigador de la Fundación Oceanogràfic.
Cuando lograron sacar la red a la superficie, pudieron extraerla por completo gracias a la ayuda de una embarcación de pesca de artes menores de la cofradía de Alicante, que remolcó las redes hasta tierra firme.
El último paso es el de la segregación del material para su posterior reciclado. Recientemente se ha demostrado científicamente que este tipo de redes contiene microplásticos. Por eso, destaca Spinelli es "importante localizarlas y extraerlas del fondo marino".
En este caso, los investigadores desconocen los motivos del origen de esta red abandonada. Se calcula que unas 800.000 toneladas de redes y aparejos de pesca se pierden en los océanos. La mayoría de ellas cae accidentalmente al mar. Se les denomina 'redes fantasma' y suponen una trampa mortal para los animales marinos y la posidonia.
Dentro de los programas de conservación del ecosistema marino que lleva a cabo la Fundación Oceanogràfic, se ha iniciado un nuevo proyecto de protección de los fondos marinos, el cual incluye la monitorización y la restauración de los hábitats, como es la retirada de las redes de pesca perdidas y la extracción de basuras marinas del litoral de la Comunitat Valenciana.
Los investigadores de la Fundación Oceanogràfic están trabajando junto a los pescadores y al personal técnico de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana para detectar posibles zonas con presencia de residuos marinos.