Ley de eutanasia
Uno de los efectos paralelos de la entrada en vigor de la Ley de eutanasia es que Ángel Hernández, que ayudó a morir a su mujer enferma, no tendrá que asumir cargos legales porque se considera que "se encuentra en un supuesto legalmente autorizado".
Ángel Hernández ayudó a morir a su mujer, enferma de esclerosis múltiple en fase terminal, el pasado 2019. El hombre fue acusado por ayudarla a suicidarse, pero finalmente la Fiscalía Provincial de Madrid ha decidido retirar los cargos que pesaban contra él después de la entrada en vigor de la Ley de eutanasia en España.
El pasado 25 de junio se hacía realidad uno de los deseos de María José Carrasco, una mujer enferma de esclerosis múltiple en fase terminal: que se legalizase la eutanasia para que personas como ella pudiesen decidir ponerle fin al sufrimiento provocado por enfermedades terminales. La Ley no llegó a tiempo para María José y su marido, Ángel Hernández, tuvo que ayudarla a morir en abril de 2019. Este hecho provocó que Hernández fuese acusado de un "delito de cooperación al suicidio con atenuantes de confesión y parentesco" y se pedían seis meses de cárcel para él.
Dos años después, con la entrada en vigor de la Ley de eutanasia, la fiscalía ha reconocido que el caso de Ángel Hernández y María José Carrasco es perfectamente compatible con la Ley actual y por tanto, después de revisarlo en profundidad, han decidido retirar la acusación porque entienden que "la conducta del señor Hernández no debe ser objeto de reproche penal".
La Fiscalía iba a pedir indultarle
María José había pedido en numerosas ocasiones, incluso frente a los medios de comunicación, ponerle fin a su vida y después de aceptar que la Ley de eutanasia no llegaría a tiempo antes de que muriese, su marido y ella decidieron grabar un video de su suicidio asistido, para, posteriormente, corroborar que había sido una decisión propia.
Ángel explicó en numerosas ocasiones que él había intentado retrasar la decisión pero, tal y como explica la fiscalía en la nota de prensa difundida, fue "incapaz de poder seguir viendo sufrir a María José y desamparado por la falta de ayudas institucionales y por las peticiones continuadas serias, expresas, y inequívocas de estas" Ángel decidió finalmente ayudarla a morir.
Fue él mismo el que llamó al equipo de emergencias para contar lo que había ocurrido y entonces fue detenido. Sin embargo, la Fiscalía madrileña, en su momento, se opuso a que la causa se siguiera en un juzgado de violencia de género y posteriormente, también explicó qué pese a que se habían solicitado seis meses de cárcel para Ángel, en caso de que tuviese que cumplir condena, facilitarían que Ángel fuera indultado.