[[RELATEDContra el cigarrillo en los cochesProhibido fumar en espacios públicos cerrados[[/RELATED El primer día de aplicación de la ley antitabaco se ha desarrollado en Madrid con la resignación de los fumadores y el alivio de quienes no fuman, mientras que los propietarios de bares confían en que no se note mucho en la facturación. Varios dueños y clientes de establecimientos de hostelería han coincidido en afirmar que la norma se acatará sin muchos problemas. En la calle Ríos Rosas, el gerente del bar "Non Solo Caffe", Claudio, está convencido de que los clientes fumadores se acabarán acostumbrando a no sacar el mechero y el cigarrillo en el interior. "Cuando vengan, si encienden un cigarro, les diremos que no se puede y lo dejarán... no habrá problemas", coinciden Claudio y el camarero Claudio, que ya vivieron la experiencia de la ley antitabaco en su país de origen, Italia, hace algunos años. El dueño cree que quizá al principio haya menos clientes, "pero luego no se notará. En Italia ya pasó y no hubo grandes problemas". Incluso ellos dos tendrán que acostumbrarse, porque ambos son fumadores y para no caer en la tentación han retirado todos los ceniceros: "¿quieres uno?", dicen al periodista con una sonrisa. El debate en la calleEn la calle Modesto Lafuente está Casa Fonso, a cuyo dueño, Martín le parece "fenomenal" la ley contra el tabaco. "Soy partidario al cien por cien de la ley", dice el dueño de este local en el que hasta ayer la gente fumaba con absoluta libertad. El debate está en la calle y en los propios locales, como el que protagonizan Pilar y Claudio, dos clientes de Casa Fonso, ella fumadora y él no. Ambos se enzarzan en pequeña discusión sobre si se debe restringir la libertad individual de fumar o no. Pilar dice que entiende que no tiene que ahumar a la gente, y respetará la ley, pero cree que debería tener derecho a fumar con otros amigos fumadores en algún lugar, porque sería su problema "matarse" sin molestar a nadie. Claudio discrepa y afirma que el hecho de que se permitan clubes de fumadores "es una gatera por donde se colarán todos ellos fumadores, y la ley no valdrá al final para casi nada", aunque asegurara sentirse "feliz" con la norma, porque el objetivo ha de ser garantizar los derechos de los no fumadores.