en 2015, en albacete
Los bomberos de Albacete llevaban 15 horas de trabajo incansable. Con una cámara de fibra óptica llegan a la mano de la víctima.
Agustín Fernández Orozco del Servicio de Bomberos recuerda que "con un sistema de lazo conseguimos enlazar una de la manos y en una hora más o menos conseguimos tenerlo en el final del tubo" .
El hombre, de 66 años se había quedado encajado. Pero cuando levantó las manos para ser socorrido, el propio peso de su cuerpo lo arrastró al fondo.
Una vez que la cogieron y, tras confirmarles especialistas del instituto anatómico forense de que el brazo resistiría el peso de todo el cuerpo sin desprenderse, también atraparon el codo del varón y comenzaron a tirar para extraerle.
Los bomberos lograron culminar el rescate tras 16 intensas horas de trabajo. En esta ocasión, el final fue trágico, ya que el anciano había fallecido: «Prácticamente nos dijeron que murió en la caída o al quedar atrapado, porque tenía el pecho obstruido y no podía respirar».
Este rescate de Albacete es el más parecido al del pequeño Julen que se ha producido en España. Sobre todo por el estrechisimo diámetro del pozo. Sólo 47 cm en la boca. Y 60 metros de profundidad. Pero el pozo de Julen tiene otro factor que complica el rescate: " el suyo tiene la dificultad añadida de que tiene arena, y que provocará que caiga más arena haciendo más difícil el rescate con vida del niño" asegura Agustín Fernández.
Este equipo de bomberos manchego ha ofrecido ayuda a sus colegas de Málaga por si les sirve su experiencia.