RECLAMAN SER TRASLADADOS A ESPAÑA
Los religiosos con Ébola que se han quedado en Liberia tras la salida del sacerdote español Miguel Pajares y de la hermana con pasaporte español Juliana Bonoha, han perdido la esperanza tras varios días pidiendo que también se les saque del país a ellos y dicen estar "esperando la muerte".
"Estamos esperando la muerte", ha asegurado la hermana Catherine, una de las religiosas que, junto a las Misioneras de la Inmaculada Concepción Chantal y Paciencia, permanecen aisladas en Monrovia.
La hermana Catherine, que está con suero tras pasar toda la noche con fiebre, vómitos y diarrea, ha recordado cómo en la madrugada de este jueves se llevaron al padre Miguel Pajares y a la hermana Juliana en un avión en el que solo había "dos plazas para los españoles". En ese momento, ella dormía.
Los religiosos reclaman ser trasladados a España al igual que sus hermanos: "Llevamos cuatro o cinco días pidiendo y pidiendo y pidiendo pero no habido forma", ha remarcado.
Según ha explicado la religiosa, los que aún permanecen asilados en el convento contiguo al hospital, ella, las hermanas Chantal y Paciencia y un hermano de San Juan de Dios, están "mal". Al menos cuentan con la ayuda de dos trabajadores amigos que "se están arriesgando" para cuidarles.
En cualquier caso, cada vez tienen menos esperanza. "Si no hay medicamento para esto, señala Catherine, estamos esperando la muerte. Los síntomas debilitan mucho".