Justicia
La joven expresa cómo manifestó su deseo de marcharse y solicitó que parasen, pero hicieron caso omiso a sus súplicas
Continúa el juicio contra [[LINK:INTERNO|||Video|||5df8c2517ed1a853b71764a9|||la 'manada de Manresa' ]]por la violación a una menor de 14 años a la que se encontraron en estado ebrio durante una fiesta en octubre de 2016. En concreto, ha sido el turno de la víctima, que ha declarado este viernes ante el Ministerio Fiscal. Un escenario en el que ha prestado su declaración y narrado cómo vivió en primera persona los hechos acontecidos.
A través de un biombo con el fin de evitar el contacto visual con los acusados, esta joven ha narrado ante el juez cómo conoció a un grupo de personas antes de ir a una fiesta en Sant Vicenç, los cuales "fueron muy agradables y me invitaron a un kebab en su piso".
Así ha narrado la joven el inicio de unos hechos que le cambiaron la vida por completo y por los que el organismo judicial solicitó penas de entre 10 y 12 años de prisión a los cinco jóvenes implicados por un delito de abusos sexuales. Un dictamen por parte de la Audiencia Nacional que todavía no es firme y por el que tres de sus miembros continúan en libertad. ¿El motivo? Al considerar que no había violencia ni intimidación, la Fiscalía no lo considera una "agresión sexual", sino "abuso".
La declaración de la víctima
El problema es que las palabras de la víctima dicen lo contrario. Y es que, cuenta que cuando llegó al lugar se encontró en un espacio en el que había "tres personas más y una chica y otro chico que se fueron cuando yo entré". Al parecer había música y tras tomar "tres o cuatro chupitos de whisky", bailaron animadamente. También hubo drogas en la ecuación. En concreto, porros de hachís en los que ella dio “un par de caladas” y cocaína para ellos.
Así fue cómo el cóctel de sustancias provocó un estado en la joven ante la que éstos sugirieron "que necesitaba descansar". Entonces "me llevaron forzosamente a la habitación, pero yo pensé que era por mi bien", aunque la menor, señalaba, "no me veía mal".
El lugar, desordenado y con un colchón en el suelo, fue el lugar en el que se sucedieron los hechos por los que a día de hoy están siendo juzgados los jóvenes a los que se les denominó como 'la manada de Manresa'. Aunque ella solicitó parar.
Así lo señala en su declaración ante el juez, donde cuenta cómo "le digo que pare, chillo, me intento levantar", pero "nadie vino". Mientras, el agresor estaba agrediendo genitalmente a la joven de 14 años. Y tras él, uno de sus compañeros.
"Cuando acaba se va y entra otro”, continúa narrando la víctima ante la Audiencia Nacional, sobre quien reconoce que le "tocó" y que "quería besarme y que yo le tocara, pero le dije que no". E insiste ella: "Le manifesté con todos mis recursos que no quería".
Una situación ante la que este segundo acusado no frenó sus intenciones. Tras él continuaron una tercera y cuarta persona. La desesperación de la víctima fue a más, pues "nadie me ayudaba, yo era consciente". Además, ha señalado ésta, "había luz y me iluminaban con la linterna del móvil, les reconocí perfectamente". El problema estaba en que "me daba miedo irme". Pero no pudo hacerlo.