TRAS UN MES INGRESADO
El bebé que fue arrojado en el mes de junio por su madre a un respiradero de Alicante ha sido dado de alta. El pequeño ha permanecido en estado crítico durante mucho tiempo tiempo y después en planta. Al ser tirado a la tubería, una vecina confundió su llanto con el maullido de un gato.
Cuando efectivos policiales y de bomberos se acercaron a lugar de los hechos, en el número 4 de la calle Benissa, constataron que no se trataba de maullidos, sino de lloros o gemidos de un neonato, que fue rescatado del interior de las cavidades de los tubos de un respiradero de un edificio situado en un patio interior. El bebé, de 2,10 kilos de peso y que incluso tenía aún el cordón umbilical, se encontraba en el interior de una bolsa de plástico con una abertura para permitirle respirar.
El menor, que apenas tenía unas 30 horas de vida, fue atendido por efectivos sanitarios en el lugar de los hechos y, posteriormente, trasladado al Hospital General de Alicante, donde este martes recibió el alta. La Generalitat Valenciana ya asumió la tutela del recién nacido. Por lo que respecta a la madre, una mujer de 26 años, el titular del juzgado de instrucción número cuatro de Alicante ordenó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, en una causa abierta por un presunto delito de asesinato en grado de tentativa.