COVID-19
Queda menos de un mes para la vuelta al colegio y la mayoría de epidemiólogos aseguran que es necesario vacunar contra el COVID-19 a los menores de edad para poder relajar algunas de las medidas implantadas en el pasado.
La vuelta al cole en septiembre está cada vez más cerca y la mayoría de las comunidades quieren que la seguridad sea una prioridad. La variante Delta, más contagiosa que las anteriores, y el hecho de que el grupo menores de edad no esté vacunado contra el COVID-19 todavía genera muchas dudas sobre cómo será posible una vuelta a las aulas de forma segura para afrontar el coronavirus.
El pediatra y epidemiólogo, Quique Bassat, asegura que hay un aumento en la incidencia muy importante en el grupo de edad de 10 a 19 años y que "por lo tanto este grupo debe ser protegido" aunque las infecciones en este grupo suelen ser leves o incluso sin síntomas también hay una pequeña proporción que tiene síntomas más importante y hospitalización, además de pensar en las consecuencias a largo plazo plazo.
"Hay que vacunar a los menores de 12 a 19 años frente al Covid-19 y eso nos permitirá una vuelta al cole más ordenada, más normalizada, pudiendo relajar algunas de las medidas de prevención que tuvimos en el pasado y que funcionaron muy bien para contener la transmisión en las escuelas, pero mi recomendación sería, vacunar ya a los más jóvenes" ha dicho Bassat.
El epidemiólogo, confirma que se ha fallado en la "capacidad de transmitir" y que a pesar de que las cifras iban mejorando, la situación global debía de hacernos ser muy cautos. "Con el fin del estado de alarma en abril y mayo, junto con la toma de decisiones muy proactivas hacia la relajación de medidas de prevención, probablemente fueron oficiadas por el súper buen ritmo de vacunación, ha hecho que la gente se relaje y que piense que la pandemia no va con ellos y se haya producido este aumento" ha afirmado Bassat, quien además ha añadido que "era absolutamente prevenible esta quinta ola, y no hemos sabido hacerlo bien, tenemos que ser más claros. Aunque nos da vergüenza repetirnos consistentemente porque cada vez decimos lo mismo, pero está claro que sino lo hemos conseguido transmitir bien, es que algo hemos hecho mal".
Algunas medidas están sobre la mesa y parece que la solución existe para poder garantizar la seguridad de los alumnos. Entre ellas: medidores de CO2, ventilación, micrófonos para los profesores o reconocimientos periódicos a estudiantes y personal docente. A estas pautas habría que añadir el uso de mascarillas y el distanciamiento social, útiles pero solo para mitigar la difusión del coronavirus en distancias cortas. Medidas que se podrían relajar con la vacunación inmediata de nuestros menores.