Galicia
El Grupo de Desarrollo Rural Limia-Arnoia y el Obispado han firmado un convenio para impulsar el sector agroganadero en la zona.
La Iglesia es una gran poseedora de terrenos, de alto valor productivo, que actualmente están en desuso. En ocasiones, incluso, el Obispado no conoce dónde estás exactamente los lindes de sus tierras. Por todo ello, y por un compromiso para impulsar el sector agroganadero de Ourense, ponen a disposición de "quien las necesite", una serie de parcelas en un total de 25 ayuntamientos de la provincia.
"Si alguien necesita una tierra en una zona concreta y la Iglesia tiene alguna propiedad allí, nosotros hacemos de intermediarios", explica Eva González, gerente del Grupo de Desarrollo Rural Limia-Arnoia.
Este colectivo lanzó el proyecto 'Aterra' el pasado mes de noviembre. Buscan conectar a personas que quieran adquirir tierras abandonadas o que están en desuso con quienes las poseen, bien sea para alquiler o para venta. La Iglesia se ha unido al proyecto con un gran patrimonio rústico "para el desarrollo local", explica González. Pueden elegir vender las parcelas, alquilarlas para su explotación o, simplemente, cederlas.
"Ahora mismo tengo a una agricultora que quiere aumentar su terreno para explotarlo y precisa de una de esas fincas de la Iglesia. Ahora les conectaremos para que lleguen a un acuerdo. Una especie de 'Tinder de tierras'.
Será este Grupo de Desarrollo Rural Limia-Arnoia el que publicite los terrenos en su página web, aterra.gal, o a través de las redes sociales, para que todo el que lo precise pueda hacer uso de esos terrenos y se alcance, también, una mayor ordenación del territorio. "A veces ni se sabe a quién pertenece una finca y nosotros tratamos de dar respuesta a estas cuestiones", comentan desde el colectivo. "La Iglesia tiene muchas tierras con un alto valor productivo y ellos mismos no son capaces de explotarlas, es el modo perfecto de hacerlo", aseguran.
Además de las propiedades del Obispado, cuentan con muchas otras. Su actividad está favoreciendo una respuesta al relevo generacional. "Hay muchas personas que están apunto de jubilarse, y a la vez existen jóvenes con ganas de prosperar en el campo. Esa es nuestra labor". A los terrenos que ya tenían en su base de datos, se suman ahora los de la Iglesia. Quien los precise puede ponerse en contacto con ellos y decidir si quiere comprar, alquilar o, si tiene suerte, disfrutar de una cesión.