País Vasco
A su doctrina se han unido 16 monjas clarisas de Orduña que pueden ser excomulgadas.
Él es Pablo de Rojas, excomulgado en 2019 por el entonces prelado de Bilbao, Mario Iceta. Niega al papa, niega al Vaticano y se hizo pasar por cura. Aun así, él sigue oficiando misas y asegura ser 'obispo'. Según él, el último papa fue Pío XII y a partir de ahí, dice que el resto sor usurpadores del cargo. A su doctrina se han unido 16 monjas clarisas de Burgos que pueden ser excomulgadas. Es una cuestión económica y no religiosa.
Las monjas clarisas quieren vender un convento para comprar otro. Y para cualquier tipo de transacción que supere el millón y medio de euros, necesitan la autorización de la Santa Sede. Al no tenerlo decidieron romper relaciones con el Vaticano. No reconocen la autoridad del papa Francisco. Su asesor espiritual dice que ellas están tranquilas y que han decidido unirse a la corriente de Pablo de Rojas. Una corriente considerada como secta por la Iglesia Católica.
De Rojas lleva una vida extravagante que además muestra en las redes sociales. ¿Quién es realmente? Viste de otra época, con una indumentaria eclesiástica que se usaba en los años 50. Bonete, sotana de cuello romano y pectoral. Oficia la misa en latín. Se presenta como 'Duque Imperial' y 'Príncipe Elector' del Sacro Imperio Romano. Vive en un piso de 800 metros cuadrados y tiene sirvientas con cofia y mayordomos con chaqué.
Ahora las monjas clarisas reniegan de todos los papas, para ellas, el último fue Pío XII, como Pablo de Rojas. Solo reconocen la autoridad del hombre excomulgado y que para la Iglesia es líder de una secta. Dicen sentirse perseguidas porque querían comprar el monasterio de Orduña con la venta de su convento. Una operación que actualmente se encuentra paralizada. El arzobispado dice que todavía no le han respondido.
Pablo de Rojas es seguidor del obispo cismático vietnamita Ngo Dinh Thuc. Llegó a Bilbao en 2008. Ofrece homilías preconciliares propias de los thuquistas en su piso-capilla situado en la Gran Vía. Según los cismáticos, la sede del Vaticano "está vacante desde el Concilio Vaticano II,". De Rojas defiende que su nombramiento es "lícito y válido".
En redes sociales da información para contribuir al mantenimiento de su movimiento cismático a través de la aportación en la declaración de la renta, actualmente en pleno periodo de regularización.
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