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Asesino de agricultores

¿Quién es el misterioso asesino en serie que tiene en vilo a los agricultores de España?

La muerte violenta de tres agricultores en apenas dos meses ha hecho saltar las alarmas. ¿Están los tres asesinatos conectados?

Agricultor españolEFE

Pedro Oyón, José Luis Aguado y Ramón Russell. La muerte de estos tres agricultores ha hecho saltar las alarmas y ha llevado a la Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra a abrir una investigación. ¿Existe alguna relación entre los casos? Los tres eran agricultores, mayores (de entre 68 y 85 años) y en el momento en el que fueron asesinados estaban solos trabajando en el campo. Las similitudes saltan a la vista.

Por el momento, fuentes cercanas a la investigación han asegurado que están abiertas todas las posibles hipótesis, pero que todo hace pensar que las tres muertes estarían conectadas. Esto llevaría a hablar de un asesino en serie.

El primer asesinato

El primero de los casos ocurrió el 22 de noviembre, en la localidad navarra de Tudela. Pedro Oyón, de 68 años, fue encontrado muerto en un campo de olivos. El cuerpo presentaba golpes y traumatismos y había recibido numerosas cuchillas. Esa misma mañana había salido a recoger aceitunas y, al ver que no volvía, su esposa denunció su desaparición. Fue ella misma la que encontró el cadáver en el olivar al salir a buscarlo.

Pedro, que estaba casado y tenía dos hijas de 23 y 24 años, llevaba más de tres años jubilado y anteriormente trabajaba como celador del Servicio Navarro de Urgencias en el Centro de Salud Tudela Este. Sin embargo, trabajó durante la mayor parte de su vida en el Hospital Reina Sofía de Tudela.

Empiezan a surgir las sospechas

Las sospechas empezaron a aflorar cuando, un mes después, el 21 de diciembre, hallaron el cadáver de un segundo agricultor a tan solo unos 20 kilómetros de la zona donde encontraron el primer agricultor asesinado. También fue en Navarra, en en Ribaforada, y, de igual manera, presentaba evidentes signos de violencia. En su caso, estas habrían sido producto de un accidente sufrido con su motoazada (de hecho, la autopsia confirmó que sus heridas eran compatibles con la teoría del accidente).

Él era José Luis Aguado, agricultor de 80 años que recogía berzas y cardos cuando fue asesinado. Casado y con dos hijos, trabajó toda su vida en el campo y el día de su desaparición algunas personas de su entorno lo vieron salir al huerto. Al ver que no regresaba, sus familiares fueron a buscarlo y, en el lugar de los hechos, encontraron su cuerpo sin vida.

Junto al cadáver estaba el apero agrícola y el remolque que utilizaba, pero no su coche, un Opel Astra -tampoco estaba su cartera-. Que el coche no estuviera no solo no encajaba con la posibilidad de un accidente, sino que sería determinante en la investigación.

El coche que vincula los crímenes

El vehículo fue encontrado cerca de un campo en Lleida, precisamente en los alrededores de donde se cometió el asesinato de otro agricultor. Un hallazgo que ha llevado a las autoridades a sospechar fehacientemente en la conexión entre los casos.

El agricultor era Ramón Russell, de 85 años, la tercera víctima mortal. Fue asesinado con unas tijeras el 5 de enero en Vilanova de la Barca, en Lleida, mientras podaba árboles frutales. Se cree que el presunto asesino estaba escapando cuando cometió el crimen y que huyó en el coche de la víctima. Con él salió del país, llegó a Andorra y cruzó a Francia, según aparece en las grabaciones de las cámaras de seguridad a las que han tenido acceso las autoridades. Tras esto, dejó abandonado el vehículo en un área de servicio.

¿Quién es el asesino?

De momento nada se sabe de la persona responsable de estas muertes. Tampoco si ha sido una sola o varias. Pero lo evidente es la estrecha similitud en los tres asesinatos:

  • El momento. Los tres sucesos tuvieron lugar por la mañana.
  • El lugar. Las tres víctimas fueron asesinadas mientras trabajaban en el campo.
  • La edad. Los tres eran hombres de edad avanzada que estaban solos en el momento de los crímenes.
  • La cercanía. Los dos primeros crímenes ocurrieron a escasos kilómetros de distancia, mientras que el tercero podría vincularse al encontrar el coche robado.
  • La violencia. Los tres cuerpos presentaban evidentes signos de violencia.

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