Lluvia de estrellas Perseidas
La famosa lluvia de estrellas de las Perseidas no son más que ’pequeños meteoritos’ que forman parte de un cometa mucho mayor. Concretamente, esta lluvia de estrellas tiene su origen en las pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños que va dejando, en este caso, el cometa 109P/Swift-Tuttle.
A lo largo de su recorrido alrededor del Sol, el cometa deja a su paso una serie de restos llamados meteoroides. En el momento en el que el planeta Tierra atraviesa esta nube de residuos, los mismos se desintegran a gran velocidad al entrar en contacto con la atmósfera terrestre, provocando ese característico trazo brillante de luz, que comúnmente se llama meteoro o estrella fugaz.
Debido al movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol, cada año se puede disfrutar de las Perseidas en las mismas fechas. Y es en esta coincidencia, con cada vuelta que da la Tierra, cuando el planeta azul vuelve a encontrarse con esta acumulación de partículas, entre julio y agosto, meses en los que se pueden ver las lágrimas de San Lorenzo en los cielos españoles y en todo el hemisferio norte.
Las Perseidas y su vínculo con la Constelación de Perseo
Todas las Perseidas que se divisan en el cielo, sobre todo en agosto, parecen surgir de un mismo punto. A este lugar se le denomina radiante y se encuentra en la constelación de Perseo, siendo este el motivo por el cual se conoce a esta lluvia de estrellas como Perseidas.
En realidad se trata todo de perspectiva, ya que al mirar al cielo desde la Tierra, aparentemente esta lluvia de estrellas proviene de esta constelación, pero no está relacionada con ella.
Datos curiosos sobre las Perseidas
Algunas de las curiosidades más notables sobre la lluvia de estrellas de las Perseidas tienen que ver, por ejemplo, con la velocidad a la que se mueven, la cual es de aproximadamente 200.000 kilómetros por hora, y con la entrada en la atmósfera de la Tierra de los meteoros, que se produce a una velocidad de 60 kilómetros por segundo, a pesar de ser tan diminutos como un simple grano de arena.
Sobre su ubicación, estas estrellas fugaces pueden verse en cualquier lugar del cielo, pero si se trazara una línea imaginaria marcando su origen, todas parecen surgir de Perseo.
En cuanto a la frecuencia con la que se podrán ver las Perseidas, la misma varía dependiendo del momento de la noche, pudiendo ser de entre los 60 y 70 meteoros por hora, hasta los 150 a 200, en los picos del fenómeno.
Tampoco es menos interesante saber que la altura a la que un meteoro se hace brillante depende de la velocidad de penetración en la atmósfera. Los meteoros normalmente se desintegran a unos 100 km de altura, dejando por esta cercanía grandes estelas. Es ese brillo, y la gran velocidad transversal de algunos meteoros, lo que que causa la ilusión óptica que hace pensar que estos se encuentran muy próximos.
Las lágrimas de San Lorenzo y su origen en el cometa 109P/Swift-Tuttle
Si al padre de las Perseidas nos referimos, el cometa 109P/Swift-Tuttle solo ha sido visto en dos ocasiones. En 1862 cuando fue descubierto por los astrónomos estadounidenses Lewis Swift y Horace Tuttle y en 1992. Su próxima visita se tiene prevista para el año 2126, fecha en la que los astrónomos calculan que se acercará tanto, que se podrá llegar a ver a simple vista.
Otro dato curioso del cometa 109P/Swift-Tuttle, es que es un cuerpo celeste que actualmente tiene un tamaño aproximado de 26 kilómetros de diámetro, una dimensión que lo convierte en el objeto de mayor tamaño que, de forma periódica, se acerca a la Tierra.
Un reclamo perfecto para no perderse las lágrimas de San Lorenzo serán las condiciones climatológicas favorables que se dan estos días. para disfrutar de una velada al aire libre. Si a esto se le suma conocer todos estos datos curiosos sobre las Perseidas, lo que se obtiene es el empujón definitivo.