Coronavirus
Miles de padres y alumnos han visto con preocupación cómo se cancelaban los cursos de verano en el extranjero a causa de la pandemia de coronavirus. Ahora las empresas tratan de llegar a acuerdos para evitar su quiebra si tienen que devolver el dinero y plantean a las familias aplazar esos viajes.
Cada año, 130.000 jóvenes se van a estudiar a otros países, pero este año ni podrán hacer las maletas ni podrán vivir en otro idioma su verano.
Miles de familias se han encontrado con los cursos de idiomas contratados para sus hijos suspendidos y las cancelaciones por parte de los alumnos. El sector está a medio camino entre la educación y el turismo, dos de las actividades económicas más castigadas por la pandemia.
Las agencias que han conseguido no echar el cierre ofrecen alternativas online y ponen la vista en los años académicos a partir de septiembre.
La pandemia estudiando en el extranjero
Un ejemplo de alumna a la que le pilló la pandemia en el extranjero es Lucía, que acaba de llegar de Irlanda, que ahora está haciendo cuarentena y cuyos padres decidieron que se quedara allí a terminar el curso cuando se cerraron las fronteras.
Su temor, como el de otros muchos padres, es que la joven se pusiera enferma en el extranjero y ellos no pudieran ir a atenderla.
Las empresas, en cualquier caso, apuestan por aplazar los cursos porque devolver la inversión hecha por las familias sería la quiebra para la mayoría de las agencias que gestionan estos viajes.